Capítulo 3

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Kimberly

Llevaba dos días en esta pesadilla del bosque y no había salido de la casa. Respire hondo mientras cruzaba la salida y bajaba los escalones de madera. Mi padre estaba haciendo quien sabe que cerca del garaje mientras los gemelos jugueteaban a su alrededor. Sin pensarlo demasiado comencé a caminar hacia la izquierda.
- ¿A dónde vas? - Pregunto mi padre.
- No lo sé - replique cortante.

- Lleva a los gemelos contigo. Están aburridos. - Enseguida los dos niños corrieron a mi lado.

- ¿Es en serio? - Lo enfrente. - Deryck, podría perderme y no volver ¿y tú sugieres que me lleve a estos niños conmigo?

- Tendrás más responsabilidad, por lo tanto evitaras perderte.

- Claro - rodee los ojos y camine sin fijarme en lo que mis hermanos hacían de todos modos, lo importante era que me siguieran.

Camine sin rumbo hasta encontrarme con un pequeño pueblo, agradecí encontrar algo de civilización aunque después de un momento me pregunte si podía llamar civilización a un lugar como este.

Había un camino de tierra y a los lados de este se encontraban algunas tiendas y casas. Los lugares parecían viejos pero estaban bien cuidados y pintados. Algunas personas se detenían a observarnos mientras pasábamos; uno que otro nos saludó y pregunto si éramos los nuevos vecinos. Hice todo lo posible por ser amable y comportarme pero odiaba este lugar y quería mandar al demonio a todas las personas y a mis padres, sobre todo a mis padres. Conté hasta diez y me calme. Continúe caminando hasta que oí un silbido y luego una voz que no reconocí completamente.

- Eres tú, chica mala. Qué bueno verte - dijo el mismo que había estado en mi casa el día anterior. Se llamaba Eliot o algo así. No importaba. Lo ignore y continúe caminando hasta que me encontré con el fin del camino y más bosque. Mierda. No quería regresar y ver a ese tipo otra vez. Me resultaba molesto.

Mire a los lados, no vi ningún camino así que decidí hacer el mío entre los árboles.

- Vamos - le dije a los gemelos sin voltearme a verlos.

- Te sigo - replico otra voz. Me quede helada en mi lugar hasta que me di la vuelta para enfrentar al chico rubio de ojos de cielo.

Observe que mis hermanos estaban junto a Joy quien les ofrecía con chocolate. Arque una ceja pensando que fácilmente así podrían caer en la trampa de un asesino o un secuestrador. Aunque dudaba que ellos lo fueran.

- Es bueno ver que saliste a conocer tu nuevo hogar  - sonrió amablemente.

- Este no es mi hogar. Estaré aquí solo hasta que mis padres se den cuenta de su terrible error.

- Este lugar no es tan malo como crees - me dijo él.

- Seguro - respondí con sarcasmo y comencé a caminar de regreso.

- Hola Kim - saludo Joy alegremente. Asentí hacia ella y continúe caminando.

- Chica mala, creo que olvidas algo. - Otra vez esa estúpida voz. Furiosa me di la vuelta y mis hombros cayeron cuando vi que había dejado atrás a Luk y Leo. Mierda. Aunque en ese momento no parecía mala idea decir que los había perdido. - No es bueno dejar atrás a los niños - comento negando con la cabeza.

- Cierra la boca, imbécil - musite fulminándolo con la mirada.

- Oye, ¿Por qué tan agresiva conmigo? - Puso las manos adelante. Camine hacia él y puse mi dedo en su pecho.

- Déjame en paz. No quiero relacionarme con nadie aquí, ¿entiendes? Mantente alejado hasta que regrese a la ciudad.

- Oh, ya veo cual es el problema - me miró fijamente. - Estas desquitando tu odio conmigo. Hazlo, no me enfadare.

[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora