Capítulo 14

23 5 0
                                    

Eliot

Me alegre enormemente al encontrar a Kim sana y salva. Estaba sentada en un gran parque iluminado por farolas. Ella observaba algún punto en el suelo y solo levanto la vista cuando me acerque. Soltó un suspiro y su cuerpo se relajo.

Ella había pedido por mi, había pedido mi ayuda. Eso me llenaba de una inusual calidez, un sentimiento que sentía solo cuando estaba con ella. Me sentía tan cerca de lograr que me viera como yo quería.

- Soy tan estúpida - dijo interrumpiendo mis pensamientos. Sus manos se cerraron en puños apretados atrapando un poco de sus vaqueros. - Ni siquiera puedo explicar porque vine aquí.

Se rió amargamente. Verla derrotada de esta manera me dolía mas que un poco.

Abrí la boca para decirle algo, pero levanto una mano deteniéndome.

- Por favor no digas nada. Ya es suficientemente malo... - No termino la frase -. Gracias por venir.

Paso caminando junto a mi hacia mi coche.

- Sabia que vendrías por mi. Gracias.

No dije nada y ambos subimos al coche. El viaje de regreso fue silencioso pero esta vez ella no se durmió, dudaba que pudiera hacerlo. No tengo idea de que le hizo el imbécil de Jared pero suponía él tenia algo que ver y que era malo. Mis manos se apretaron fuerte en el volante hasta que mis nudillos se pusieron blancos.Detuvo el coche frente a su casa, las luces estaban apagadas.

- ¿Vas a estar bien?- La mire preocupado.

- Si - dijo mientras bajaba. Hice lo mismo y camine junto a ella hacia la entrada aunque no iba a entrar.

- ¿Él no te hizo nada, verdad? - Estaba poniendo el dedo en la llaga pero necesitaba saberlo.

- No, Rubio, Jared no hizo mas que intentar manosearme como siempre, pero estoy perfectamente.

- ¿Por que? - Murmure vagamente, mi voz era apagada.

Ella frunció el ceño hacia mi.

- ¿Por que? - Repetí de la misma forma.

- Por que, dices - me dio su completa atención. - ¿Por que? - gruño repentinamente furiosa -. Por tu culpa. Por tu maldita culpa deje que Jared me llevara de vuelta a esa jodida ciudad aunque no me convenía y lo sabia. Porque no quería sentir eso.

- ¿Que? - murmure atónito.

- ¡Maldita sea! Deja de hacerte el tonto... ¡Imbécil! - Me empujo haciéndome retroceder unos pasos.

- Todo lo que haces es fingir ser encantador y caballeroso todo el tiempo, pero en realidad todo lo que eres es una mierda rota. Estas tan roto y estoy mas que segura que fingiste por tanto tiempo ser lo que quieres que te olvidaste como eres realmente.

- Detente - susurre.

- Por supuesto, te duele oír esto de mi. De la persona que te gusta, pero estoy segura que soy la única persona que te dice esto. Porque no me importa herirte. Estoy tan jodidamente molesta, no, tan enfadada contigo como no tienes idea. Porque por tu culpa termine en aquella ciudad con ese imbécil. Pero no volverá a pasar porque no quiero verte mas.

- Kim, detente. - Mi respiración era entrecortada y mi voz apenas audible.

- Desaparece de mi vida. Deja de intentar miserablemente que te quiera. ¡Eso no va a pasar! - Gritó histérica -. Deja de intentar que todos te quieran. Amigo, tienes un complejo. Como tu jodida familia no te presta atención haces hasta lo imposible por conseguirla en otra parte. Pero te diré una cosa, eso no va a funcionar conmigo. Tus estúpidos coqueteos y fiestas de ensueño no funcionan conmigo. No puedes hacer que todos te quieran, ¡Así que aléjate de mi de una jodida vez! ¡Te odio!

- ¡Kimberly! - Grite. Ahora ella estaba atónita. - ¡Detente! ¡Ya fue suficiente!

Kim aparto la mirada.

- Por favor, detente - mi voz tembló y mi pecho dolió. Dolía mucho, no parecía poder soportarlo mas. Era como si todo el aire se hubiera ido dejándome jadeando por un poco, todo daba vueltas. Quería que se detenga, nunca había sentido tanto dolor de esta forma. Mis ojos picaban y estaba seguro que las lagrimas no tardarían en aparecer. Con mi cabeza agacha, mi cabello cubriendo mis ojos, corrí hacia el coche y me aleje de allí.

No me importo llorar y llorar mientras estaba solo. Solo como siempre había estado. Nunca nadie me querría, lo sabia pero oírlo de alguien mas era terriblemente mas doloroso y mas si esa persona era de quien estaba enamorado. Ella tenia razón. Cada palabra era cierta. Yo soy patético, siempre lo fui. Y ella pudo leerme perfectamente desde la primera vez.


[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora