Sasuke perdió el tiempo que había pasado observando al chico con sus zafiros cerrados. Pudo notar que su cara estaba llenas de pecas que se camuflaban con su piel morena. Sus pestañas eran rubias, recién se daba cuenta. Y eso que hace unas semanas lo había tenido tan cerca de su rostro.
Pensó en usar su celular, pero realmente se aburría usándolo. No le gustaban las redes sociales ni los juegos para celular. Le parecía una pérdida de tiempo. Consideró el acostarse a un lado del chico y tomar una siesta y le pareció la mejor opción. Antes de hacer eso decidió bajar y preguntar si podía agarrar algo para tomar y comer, el rubio debía hidratarse y quizás querría picar algo. Con eso en mente salió de la habitación en silencio y bajo las escaleras. La madre del chico estaba viendo una telenovela, parecía extranjera.
- Disculpe... - Murmuró temiendo asustarla al verla tan concentrada en la televisión, pero el asustado terminó siendo él.
- ¡Oh, hola cariño! No te escuche bajar. ¿Necesitan algo? - El azabache se sorprendió al notar lo amable y dispuesta a ayudar que era la madre del rubio. Intentó compararla con la suya, pero no había punto de comparación, no la recordaba en lo absoluto. Lo único que sabía de ella era gracias a su hermano quien sí se acordaba de muchas cosas. Se preguntaba si tener una madre era distinto a tener un hermano mayor quien cumplía ese rol.
- Venía a por agua y si hay algo para comer, ¿algo que le guste a Naruto, tal vez? - Explicó tranquilo aunque con algo de vergüenza, no la conocía y le estaba pidiendo cosas. No parecía que eso le moleste en lo absoluto. Se levantó del sillón y camino en dirección a la cocina. - No hace falta, puedo hacerlo yo si me dice donde están las cosas. No quiero molestarla.
- ¡Ay, no! ¿Cómo crees? No me molesta, eres el invitado. Pero Naruto podría aprender uno o dos modales de ti. - La sonriente pelirroja le guiño un ojo y sacó unos vasos, luego un plato tipo postre. - ¿Quieren solo agua o té?
- Té, si no es molestia. - Pensó que eso sería mejor por si el chico aún tenía la garganta algo adolorida por el probable nudo que tuvo antes.
- Para nada. - Calentó el agua y sirvió unos muffins que cocino el día anterior en el patito. Mientras esperaban a que hierva el agua la mujer decidió que era mejor hablar y conocer al chico con el que vino su hijo. Jamás lo había visto, tampoco recordaba que Naruto le haya hablado sobre él. - Que raro que Naruto no bajó contigo. ¿Hace cuánto lo conoces?
- Un par de semanas. Me llamo Sasuke, por cierto. -Se presentó algo más confiado. La más baja abrió los ojos al reconocer ese nombre.
- Oh, el novio de Sakura. - Recordó lo que Naruto le dijo.
- Ex, terminamos hace un mes. - Explicó con tranquilidad. Comprendía lo buena chica que era la peli rosa, pero jamás la había amado por ende el término de su relación fugaz no le afecto en lo más mínimo.
- ¿Terminaron? Creí que seguían juntos. Es una pena, cariño.
- No te preocupes, no fue algo serio. Además, me gusta alguien más, y eso sí es serio. - No quería hablar de más, no sabía si la mayor sabia que su hijo tenía una leve atracción a los chicos. Porque nadie heterosexual se la chupa a un chico por voluntad propia con solo 3 copas encima. Pese a ello quería darle confianza de que él cuidaría a su hijo.
- Ya veo, ¿Ella te corresponde? - Preguntó curiosa.
- No estoy seguro, pienso que le gusto y él no lo quiere admitir. - Ambos cortaron la conversación al escuchar el pitido de la pava indicando que el agua estaba lista. Un par de minutos y Sasuke subía al segundo piso con una bandeja con comida. Kushina no dijo nada sobre el pronombre qué uso el más alto.
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𝗝𝗼𝗱𝗶𝗱𝗼 𝗵𝗶𝗹𝗼 𝗿𝗼𝗷𝗼. ⚣︎⚤︎
RomanceNaruto tiene la capacidad de ver el hilo rojo del destino en las personas. Sabía que era una persona especial y esto no tendría nada de malo hasta que nota que su hilo está conectado a Sasuke Uchiha; el novio de su mejor amiga. Lo peor, no es gay. ...