ⓋⒾ

889 111 34
                                    

Genial. Esto era malditamente genial. Él y su estúpida bocota lo meten siempre en estas situaciones.

Terapia, otra vez ir a terapia solo que el doble de veces de lo que solía ir. Ahora iba martes y viernes, dos días a la semana. Eso no era lo peor. Lo trataban de loco. Sus padres. La escuela. Su terapeuta con esa estúpida sonrisa diciendo:

'¿Puedes ver otras cosas que otras personas no, verdad? Tranquilo, Naru. Todo estará bien. Solo debes tomar tus antidepresivos y está nueva pastilla, es un antipsicótico.'

Ahora tenía que tomar dos pastillas al día, y le molestaba. Entendía que debía tomar una por su depresión, pero estaba seguro de que no tenía esquizofrenia. Jamás vio a alguien que no exista, o monstruos. O incluso voces, jamás las escucho. Tampoco sintió nunca un ataque psicótico, cosa que era frecuente en ese tipo de enfermedades.

— Naruto, Naruto. — La voz de su madre lo saco de sus pensamientos completamente negativos maldiciendo a todos, pero en especial a él y su don de no poder guardar un secreto para él.

—  ¿Me decías? — Su sonrisa fue torcida, y diminuta, dejando en claro que no escucho nada de lo que dijo la pelirroja con anterioridad.

— Debes tomar tus pastillas antes de ir a la escuela, cariño. Ten. — Ahí estaban las dichosas pastillas. El nuevo verde y el viejo redondo color rojo. Los colores de su perdición, ¿O su salvación? No tenía idea.

La sola idea de tomarlas lo tiraba hacia abajo nuevamente, pero al tomarlas, cuando hacían efecto, le daban una puta sonrisa en la cara. Bueno, no tan así, pero ya no se sentía tan triste. Pero cuando el efecto pasaba se sentía peor que antes, dependía emocionalmente de químicos, parecía literalmente un drogadicto y que su tratamiento era tomar pastillas en vez de dejarlas.

— Ah, gracias. Supongo. — Las tomo entre sus manos y pronto pasaron a sus labios y con un poco de agua que le trajo su madre, paso el amargo sabor del medicamento.

— Cariño, hace mucho que no veo a Sakura por aquí, ¿No quieres invitarla a cenar? — Una mueca intentando parecer una sonrisa apareció en el rubio, realmente le incomodaba hablar de Sakura y los problemas. Porque él era el problema, o así lo veía.

— No... No creo que ella quiera venir dattebayo, ¿Sabes? — Agarró su mochila de sus correas para acomodarla en uno solo de sus hombros. Mientras caminaba hacia la puerta principal lentamente. La tensión se podría cortar con una cuchara, porque era un ambiente denso y tenso.

— Oh... me había olvidado que ustedes discutieron, ¿Aún no arreglan sus problemas? — La preocupación era la primera emoción que se podía notar en la mujer cuarentona.

— No tuvimos la oportunidad. — Murmuró rápido y escapó de la conversación saliendo de casa camino a su escuela. Saco sus auriculares del bolsillo de su chamarra y se dejó llevar por la melodía.

Logro reconocer la canción. Era Easier de 5 Seconds Of Summer, una de sus favoritas. No podía decir que se sentía identificado, pero era una buena melodía y un trasfondo profundo.

Se dejó llevar por su ritmo y no notó cuando ya había llegado a su destino. De forma literal, Sasuke estaba en la entrada de su escuela con una motocicleta negra. Era justo a quien deseaba ver(nótese el sarcasmo). Desde que lo conoció todo le salía mal.

𝗝𝗼𝗱𝗶𝗱𝗼 𝗵𝗶𝗹𝗼 𝗿𝗼𝗷𝗼. ⚣︎⚤︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora