Ángel [María Becerra & Lit killah]

07- Secretos

Narra Lit killah

Hoy es el primer día que salgo luego del choque, de verdad todavía no me perdono por eso, yo vi el auto, tal vez si tocaba bocina al cansancio el auto de adelante se apuraría, tal vez solo nos hubieran chocado el guardabarros, las ópticas, no sé..

Suspiro y una sonrisa viene a mi mientras entro a bañarme, lo qué pasó recién es mi pequeña venganza, Mari lleva 3 días provocándome, subiendo sus piernas encima, andando con la menor cantidad de ropa posible, si supiera que es hermosa hasta con una bolsa de papas puesta...

Obviamente no podía salirme del todo bien, como abría la boca cuando rozada su cuello, como cerraba los ojos para aguantar el escalofrío, obvio también me causaría efecto, suspiro y me acomodo la entrepierna que me duele, maldita abusadora.. sonrío y el sonido de la puerta me hace darme vuelta de golpe.

María: Entonces mi amor.. - habla mientras se saca ese vestido transparente y abajo solo tiene un conjunto de ropa interior rojo... me quedo mirándola con la boca abierta. Por qué tiene que ser tan linda?

María: va a ser suave? O lo vamos a hacer duro como siempre? - de verdad dijo eso? Si antes la amaba ahora aumentó con escucharla decir eso.

Amaría que me salgan las palabras pero solamente puedo mirarla, baja una a una las tiras de su corpiño, y lo desabrocha dejándolo caer. Se acerca a mi y cuando las primera gotas tocan su cuerpo puedo ver como se le marcan los pezones, mierda.

Toma mi mano y agarra solo un dedo que lo hace subir por su abdomen muy despacio hasta llegar a su pecho, sabe lo que provoca en mi y obvio en este caso está viéndolo, porque dirige su vista a mi entrepierna y se muerde el labio.

María: no me respondiste, te pregunto de nuevo?

Mauro: qué parte?- digo apenas con aire, porque de inmediato me empuja contra la pared y baja su mano hasta mi miembro haciendo presión- suave o duro?

Mauro: umm..- intento conservar la calma pero su mano es firme, y cuando me recorre me hace retorcerme sobre ella, no puedo mantener las piernas firmes, besa mi cuello despacio y respiro entrecortado.. tomo su pelo en una colita y tiro de ella para que lo haga más fuerte, lo entiende al instante y muerde mi cuello haciendo que me queje más alto.

Mauro: ya.. ya tengo la respuesta- se separa un poco y me mira sonriendo con maldad esperando que siga- primero esto se va, digo desgarrando la fina tela de encaje de la única prenda que le queda.

María: - su boca se forma en una O y después se empieza a reír- te encanta romper mi ropa jajaja

Mauro: y después ir a comprar nueva también, pero primero lo vamos a hacer duro como siempre... - esa maldad en sus ojos no tiene precio, la tomo de la cadera y automáticamente rodea mi cuerpo con sus piernas, la giro y la apoyo contra la pared.

Mauro: esto te va a salir muy caro
María: lo que quieras, mi amor - toma mi rostro con ambas manos y pega su boca a la mía con furia, este beso esconde toda la desesperación que juntamos estos días, el desahogo del choque, de ese día en el hospital, el habernos asustando tanto por el otro..

Mauro: te amo, Ángeles.. - hablo sobre su boca, cuando está por responder no espero más y con una estocada por fin la siento, por fin la tengo como me gusta, por fin somos unos, dispuestos a todo, listos para vencer cada una de los desafíos que se interpongan.

Sus gemidos apoyados sobre mis labios es lo que me desquicia más, sus pechos chocando contra mi piel, esos glúteos.. los que sostengo en este momento con ambas manos.. son perfectos, como tira mi pelo o como cierra los ojos con fuerza para aguantar el dolor y la desesperación.