Continúa narrando Lit killah:
Su voz inocente preguntando ¿cómo entraste? me hace reír. No puedo creer todo lo que hice para llegar y por fin estoy acá.. la tengo en frente, con ese vestido ajustado, de un solo hombro y todo acordonado.. por dios.. concentración.
Mauro: ehh José, Juan Manuel y en realidad todos me ayudaron a llegar acá.
Todavía está pegada a la puerta, no se movió de ahí. Tengo que conseguir que se sienta segura conmigo.
Mauro: sé que te hago mal, sé que te recuerdo lo peor que nos pasó.. pero puedo cambiarlo, no ahora, no mañana.. pero si en mucho tiempo.. 30 años me parece un buen número
Hago referencia a nuestra charla esa noche en Gonzalez Catan y noto que intenta reprimir una sonrisa. El sonido es mínimo pero noto como traba la puerta con el seguro.
Mauro: me gustaría decirte que no vas a llorar nunca más.. que no voy a permitir que nada malo te pase... pero hay una pequeña línea, cuando las cosas se salen de nuestras manos.. - Me interrumpe.
María: no sigas.. -hace una pausa- verte fue duro, pero no fue lo peor..- da un paso en mi dirección y sigue hablado calmada- lo peor que me paso.. lo peor fue estar lejos tuyo
Okey me muero. Extiendo mi mano para indicarle que siga avanzando. Pero solo hace un paso y se queda ahí.
Mauro: esa noche fue larga. Me sentí.. más perdido que antes, más lejos tuyo que en otro momento. Sentí mucha culpa.
María: Yo entré en tu cuarto- se ríe irónica y se acerca más- perdón, de verdad... - intento hablar pero toma mi mano- me aferré tanto a una ilusión.. a un niño que luchó todo lo que pudo, pero no teníamos manera de ayudarlo a seguir.
Me quedo mudo, nunca pensé que en su segunda frase diría eso. Lo nota y sonríe entre tímida y nerviosa.
María: mi terapeuta dijo.. que si recordaba esa idea, ese bebé - una daga que mi pecho, no esperaba hablar de esto hoy- su ropa, su nombre.. me ayudaría a darle una identidad y así sería más fácil aceptar.. su pérdida.
Mauro: -acaricio su mano con mi dedos y sonrío algo irónico y con sabor amargo- con razón Juan insistió que vaya al psicólogo..
María: no fuiste? Y con quien hablaste de todo eso? - levanto los hombros indicando mi respuesta. Pero como no sigue elijo mis siguientes palabras
Mauro: con nadie.. simplemente me encerré y me pregunté cada noche que podría haber pasado, como habríamos sido... - mi voz intenta cortarse pero sigo- me enojé mucho, me rendí y después simplemente llegaste a tocar mi puerta con ese vestido blanco
Ella solo me mira, se nota que le cuesta tragar saliva. No.. no quiero espantarla.. no por favor..
María: -Se le cae una lagrima y empuja mi pecho con la mano que tiene libre- por qué no me llamaste?! - reprocha enojada pero no puedo dejar que se aleje, así que retengo su mano y como no se resiste la tomo de la cintura y la traigo encima mío, con una rodilla a cada lado de mis piernas.
Mauro: no podía verte llorar..- seco sus lágrimas y acomoda sus brazos al rededor de mi cuello peinando mi pelo con suavidad.
María: podrías haberlo intentado, una llamada, señal de humo, amarre, lo que sea..- su voz es suave y se acerca cada vez más.. hoy no se que tan fuerte puedo ser para contenerme.
Mauro: amarre? - sonrío- No es necesario.. en la mesa de la cocina me prometiste que serías mía para siempre.. - lo pienso unos segundos y en mi mente retumba "para siempre".. - entonces tu historia de Instagram si era para mi
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Ángel [María Becerra & Lit killah]
RomanceEn la primera parte de esta saga "Ángeles" aprendimos que el amor nos sorprende cuando menos lo esperamos, no lo elegimos, simplemente llega y nos lleva por delante. En esta segunda entrega "Ángel" veremos el lado más amargo de la vida. Si, lamento...