Capítulo 3

342 32 28
                                    

¿Quieren saber como me siento?, me siento observada.

Gabriela se fue, pero Isaza y Villamil me llevaban observando desde que volvimos con Susana. Martin estaba que me habla, pero no pude ni concentrarme en la conversación.

Esto me tenía muy nerviosa.

–¿Kate me está escuchando? – dijo Martin mientras agitaba una mano al frente de mi cara.

–Perdón, es que me siento incomoda – señale con mi cabeza a los dos chicos que me miraban y como Martin es muy disimulado, giro su cabeza al instante para mirarlos – intento que sea discreto y tu actúas como la del exorcismo, excelente.

–Ser discreto no esta en mi lista de talentos – asentí – pero de verdad Kate, esta mentira se le fue de las manos.

–Crees que no lo se, Gabriela me expuso frente a todos y que es eso de que aún diga que Villa es su novio – Martin agachó su mirada y volvió a mirarme aún con la cabeza agachada – ¿volvieron verdad?.

–Si, pero Villa lucía muy enojado hoy por lo que te hizo Gabriela, no sabemos que paso, no quiere hablar con nadie de eso, ¿tal vez terminaron?.

–Lo dudo – mire al ojiverde y conectamos miradas, pero al segundo él desvío la suya – creo que Susana tiene razón, debo superarlo, ¿no crees?.

–¿Y eso a funcionado antes?, claro que no, no puedes, necesito saber que tiene él para que te haya dejado así toda boba – lo mire seria – bueno boba ya lo eres desde antes – ambos reímos.

–Idiota – susurré.

–Sabes que tengo razón.

Es verdad, lo he intentado muchas veces y nunca puedo olvidarme de él.
Maldito destino, si de verdad sirves, entonces actúa rápido, necesito salir de este enredo.

–Kate – dijo una voz atrás de mi y yo ya sabía de quien se trataba, vaya que actuó rápido – ¿podemos hablar? – mire a Martin, pidiéndole ayuda con mi mirada.

–Yo los dejo solos – traicionero.

En mi vida me vuelvo a comer sus verduras para que mamá no lo regañe.

–Mmm y ... ¿Qué pasó? – ¿cómo vas a hacer esa pregunta estúpida?, es obvio lo que pasó.

–No lo sé, todo lo que paso fue raro – dijo Villamil – solo quería pedirte disculpas por el comportamiento de Gabriela.

–No deberías ser tu quien me pida una disculpa.

–Lo sé, pero es mi novia y tiene un comportamiento... – no lo deje terminar.

–Tóxico – él de verdad se veía apenado y yo no podía resistirme a esa mirada – esta bien Juan Pablo, pero deberías pensar en como va surgiendo esta relación entre tu y ... tu novia, aclara cuales son las cosas que no te gustan de su actitud y si eso termina, créeme es lo mejor.

–Gracias Kate, de verdad, eres una gran amiga – finge que no te dolió, finge que no te dolió – además que clase de acusación son esas, ¿tu enamorada de mi?, no lo creó, eres la hermanita de mi amigo, nunca intentaría nada contigo.

Y si señores ahí se rompió mi corazón.

–Si, que cosa más estúpida, ¿tu y yo juntos? – fingí una risa.

–Exacto – sentía que en cualquier momento iba a comenzar a llorar.

–Voy a ir a la cocina – quería estar sola, salí corriendo hacia la cocina.

Me recosté en el mesón de la cocina, caí al suelo lentamente y de igual manera las lágrimas de mis ojos.

Una cosa es saber que ese amor era imposible, pero era peor que la propia persona por la cual sentías ese amor te dijera en la cara que era ridículo que ustedes dos tuvieran algo y encima se riera, tal vez era algo ridículo llorar por eso, pero me sentía perdida en el sufrimiento.

Aún así... Te amo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora