Aún así... Te amo - Juan Pablo Villamil

Capítulo 5

El camino a casa se basó en una charla sobre arquitectura entre mi padre y Alejo. Mi padre trabajaba en ello y Alejo estaba interesado en la carrera.

Por mi parte no había surgido ninguna palabra, de igual manera por parte de Villamil y Isaza.

Llegamos a casa, Martin estaba en la entrada esperándonos, me baje del auto y corrí a abrazarlo.

–Bachi – susurre en su oído.

–¿Cómo estás? – preguntó a lo que nos separamos, pero aún seguíamos tomados de una mano.

–Creo que bien – la vista de Martin se ubicó en algo atrás de mi y lucía confundido, ya me imaginaba el porque.

–¿Y ellos? – ya sabía de quienes hablaba.

–Simón le pidió a papá que los traiga para el ensayo de banda.

Papá se acercó, dejó mi par de maletas y saludo a Martin, después se acercaron los chicos.

–Bueno chicos los dejo – se despidió de cada uno con un abrazo – espero que todo mejore mi niña, te quiero, cuídate – me dijo y se alejó.

–¿Te pasó algo? – habló Isaza por primera vez y me límite a mirarlo.

–No, estoy bien – mencione con indiferencia, iba a tomar mis dos maletas, pero me detuvieron.

–Yo te ayudo – dijeron de manera simultánea Villamil y Isaza, cada uno tenía una de mis maletas.

Me miraban esperanzado una respuesta, ¿debía elegir?, no quería estar en mi cuarto con ninguno de los dos.

No quería ni verlos, ambos me hacían dejar atrás estás tres semanas donde dejé las esperanzas a un lado, donde según yo intenté sacarlos de mi mente, pero ellos me lo hacían más difícil. Era difícil verlos y no sentir algo por esos ojos verdes que me encantaban  y por esa sonrisa peculiar que irradiaba el chico del sombrero.

–Martin puede ayudarme, ¿verdad? – mire a mi hermano y él asintió.

Se escucharon pasos acercarse a nosotros, era Simón.

–Chicos, ¿van a entrar a ensayar o van a quedarse ahí? – mencionó con algo de enojo, agradecí mentalmente. Simón apenas me vio se acercó a darme un abrazo.

Ambos dejaron las maletas en el suelo y entraron a la casa.
Martin y yo tomamos una maleta cada uno y subimos a mi habitación.

–¿Y mamá? – pregunté.

–Salió con Juan – él es el actual esposo de mi madre – y Alicia, creo que fueron a comprar comida por tu llegada.

Apenas entramos a la habitación, Martin cerró la puerta, tiro la maleta, me jaló de la mano para sentarme en la cama y él se sentó en mi silla de escritorio.

–Tengo que contarle algo – le di toda mi atención – Villamil termino con Gabriela, pero de verdad Kate, nunca había visto a Villa tan enojado.

–No entiendo, ¿viste cuándo le terminó? – pregunté.

–Si, fíjese que ayer fuimos la casa de Villa y estábamos jugando video juegos, en eso llega Gabriela enojada pidiéndole explicaciones sobre porque terminó con ella, ninguno de los chicos sabía que habían terminado y Gabriela empezó a gritar "¡Desde que se perdió la niña esa te portas diferente, además tu no me puedes cortar conmigo, nadie puede hacerlo!".

–¿Y qué tengo que ver yo ahí?, espera – recapitule todo lo que dijo – ¿Villamil se a portado diferente desde que me fui? – Martin asintió con emoción – ¿por qué recién decides actuar destino? – maldije para mi misma.