Aún así... Te amo - Juan Pablo Villamil

Capítulo 7

Pov's Juan Pablo Villamil

Alejo estaba hablando con Kate y Susana, y yo me estaba muriendo de hambre.

–¿Nos vamos?– le pregunté a los chicos – es que de verdad me muero de hambre.

–Usted siempre con lo mismo parce – dijo Simón – ¿por qué es tan dramático?, ya nos vamos, voy a decirle a mamá que vamos a salir.

¿Dramático?, ¿yo?, que va, pero es que tengo mucha hambre.

–Bueno vayamos saliendo – ordenó Alejo y nos despedimos de las chicas, pero Isaza no.

–Kate – comentó Isa y todo lo miramos – ¿crees que podríamos hablar.

–Claro – ambos se alejaron un poco, pero seguían en la sala.

–Pues... –comenzo Isa, todos fingiamos no escuchar, pero estábamos pendiente de todo – me preguntaba si te gustaría tener una cita conmigo – a Susana se le corto la respiración, mi corazón se detuvo, ¿Isaza y Kate? – ¿Qué dices? – mire a Kate, ella se veía muy feliz.

–Si, me gustaría mucho – respondió, ambos se sonreían.

Odiaba admitirlo, pero hubiera preferido ser yo al que ella le sonreía.
Isaza se me adelantó y ahora no había nada que yo pueda a hacer.

–Ya vamos – anunció Simón, el cual miro la escena y luego nos miró a nosotros confundido.

Ambos se miraban, quería romper esa burbuja.
Los chicos estaban llamando a Isaza, pero él no despegaba la mirada de Mi Kate.

–Isaza ya vamos – alcé un poco la voz y me exprese con enojo.

Isa volteó a mirarnos y se despidió de Kate con un beso, fui el primero en salir de la casa.
Intentaba no mostrar mi enojo, pero creo que todos se dieron cuenta.

Llegamos al lugar, ni si quiera me había fijado que habíamos ido a un puesto de comida rápida.

–¿Villa, usted qué quiere? – preguntó Alejo.

–Una hamburguesa de pollo – bromeó Isaza y todos rieron a excepción de mi.

–No se, ¿qué van a pedir ustedes? – pregunté sin importancia.

Los chicos hablaban pero yo no los escuchaba, estaba perdido en mis pensamientos, en mis pensamientos sobre Kate, ¿de verdad le gusta Isaza?, él es mi mejor amigo y nunca me interpondre en alguna relación de él, pero es Kate.

–Villamil le estamos hablando – Martin interrumpió mis pensamientos – ¿Qué le pasa? – todos los chicos me estaban mirando.

–No lo sé, ya se me quito el hambre, mejor me voy, perdón – tomé mi teléfono y salí del pequeño local.

El aire fresco de aquella noche de Bogota, golpeó mi rostro. La calle no estaba tan transitada, no pasaban muchas personas, y no habían muchos carros. Iba a pasar la calle cuando alguien colocó su mano en mi hombro y me giró, era Simón.

–¿Villa qué le pasa?, pensé que estaba así porque tenía hambre, pero se está comportando raro desde que salimos de mi casa – mi amigo cruzo sus brazos, estaba esperando una respuesta.

–No lo se Moncho, no se que me esta pasando – pase una de mis manos sobre mi cara – es que me da tanta rabia Isaza.

–¿Por qué?, ¿discutieron?.

–No, es que – no sabia si decirlo o no – es..

–Es por Kate – expuso sin rodeos mi amigo.

–Si – admiti – él la invito a salir a ella, como va a hacer eso, es su hermana.