Aún así... Te amo - Juan Pablo Villamil

Capítulo 25

Literalmente me encuentro en el lugar donde menos esperaba estar en este momento.

En la casa de los Villamil.

A la persona que había llamado era a Clemencia.

Desde el primer segundo que me escucho llorando, lo supo.
Todos los sabían, todos me estaban mintiendo en mi cara.

Apenas me baje del taxi, una Clemencia muy preocupada se acercó a mí y me abrazó. Necesitaba tanto ese brazo que rompí en llanto.

...

Me dejó en el cuarto que solía ser de Villa cuando era joven, al entrar tantos recuerdos inundaron mi memoria.

—Voy a prepararte un té, ya vuelvo mi niña — dijo Clemencia antes de cerrar la puerta y dejarme sola.

Recorrí el cuarto con una mirada, habían tantas cosas, tantos recuerdos, cosas que ni siquiera sabía que existían.

Sus característica guitarra acústica y eléctrica colgaban en una de las paredes y al lado una camiseta de la selección de Colombia.

Definitivamente eso explicaba tanto de él, su cuarto estaba tan ordenado, tenía una repisa con varios libros que leí cuando me quedaba con en su casa, fotos de su adolescencia. Varias fotos con los chicos, con su familia, conmigo...

Las lágrimas seguían cayendo de manera inconsciente, la foto de los chicos con su primer álbum, sonreí.

El cuarto se sentía vacío, no habían muchas cosas, faltaban sus peluches que tenía desde niño y que nunca permitió regalarlos porque dijo que quería tenerlo de recuerdo para su primero hijo o hija y al parecer se cumplió su deseo.

Me senté en el borde de la cama, saqué mi celular, tenía varios mensajes y llamadas perdidas de todos, lo deje en la mesa que estaba a un lado la cama dirigiendo mi mirada a ella y topándome con una foto peculiar.

La agarré con cuidado y sonreí con lágrimas en los ojos.

La foto que nos tomamos la vez que pintamos el mural donde estábamos ambos manchados con pintura, pero estábamos demasiado felices como para que eso nos importara, éramos muy felices.

La puerta se abrió.

Clemencia entro con una sonrisa, deje la foto donde estaba y recibí el té.

Me limpie el rostro y le di una media sonrisa, ella solo me miraba con tristeza.

Después de unos minutos ella habló...

—Esa foto — la mire a ella y luego vi a donde miraban sus ojos, era la foto que veía hace unos minutos — era la favorita de Juan Pablo, cuando se fue a España lo primero que hizo fue guardar esa foto, tal vez él no lo quiso demostrar, pero te extraño mucho y fue un tonto por dejarte ir, siempre se lo dije.

Suspire y dejé el té encima de la mesita.

—Se que todos te mentimos mi niña, pero no sabes como se siente Juan Pablo, desde que volviste lo siento muy feliz, él volvió a ser el chico que se reía de todo, que bromeaba, volvió a ser el de antes.

—Pero él me mintió Clemencia, pensé que todo iba a volver a ser como antes y que tal vez esta vez todo funcionaria, pero me mintió, tal vez si me lo decía desde el comienzo, yo podía llegar a entenderlo, pero ahora — suspire — no puedo, él se va a casar y va a tener un hermoso o hermosa bebe, así que no debo entrometerme, yo no soy esa clase de persona y no quiero que la gente piense eso de mi y mucho menos de él.