– ¿Y adónde crees que vas? – Murmuró Harry, su voz apenas audible a través de la almohada debajo de él.
– Estaba a punto de ir a la tienda a recoger el periódico como hago normalmente – Respondió Severus con sarcasmo, aunque había dejado de subir de la cama y ahora estaba sentado en el borde.
– No – Murmuró Harry.
– ¿No? – Preguntó Severus, con un toque de diversión en su voz.
– No – Repitió Harry. – Ven aquí – Se levantó con ojos legañosos de la almohada y agarró la cintura del otro hombre, arrastrándolo de vuelta a la comodidad de la cama. Severus se rio en voz baja, permitiéndose que lo maltrataran bajo las sábanas. Harry agarró sus muñecas, sujetándolas por encima de su cabeza mientras lo miraba somnoliento. – De ahora en adelante, no debes salir de esta cama hasta que yo te dé permiso – Ordenó, inclinándose para colocar un beso en los cálidos labios del hombre mayor.
– ¿Es eso una orden, señor? – Preguntó Severus, sonriendo divertido.
– Definitivamente – Respondió Harry. – Llámalo una ventaja de mi posición – Sonrió. – Me gusta despertarme a tu lado –
– Entonces me esforzaré por obedecer tus órdenes – Respondió, intentando y fallando en ser serio.
Harry lo besó de nuevo.
– Mmm, sabes a truenos y relámpagos – Reflexionó.
– No entiendo cómo el trueno y el relámpago pueden producir un sabor – Respondió Severus, juntando las cejas.
Harry apartó la mirada brevemente.
– Tienes razón – Se rio.
Severus lo miró astutamente.
– Hay algo que no me estás diciendo –
Harry podía sentir el calor extendiéndose por sus mejillas. Había sido un comentario estúpido de hacer. Lo había expresado sin pensar cuando, por un momento, se había sentido satisfecho. Decirle a Severus lo que significaba era revelar demasiado sobre sí mismo, y no estaba del todo seguro de que Severus no se reiría de él. Volvió a mirar al otro hombre, que seguía clavado en la cama. Se dio cuenta de que realmente confiaba en él. Sabía desde hace un par de años que Severus no estaba realmente trabajando para el "lado oscuro", y aunque podría haber confiado en él para salvarle la vida, no había confiado en que no aprovecharía la oportunidad para lastimarlo. Ahora se dio cuenta de que, a pesar de la actitud quisquillosa de Severus, era con toda honestidad un buen hombre y, aunque nadie más lo creería, cariñoso y considerado. Se estaba dando cuenta de que la actitud más desagradable de Severus probablemente era una defensa para mantenerse a salvo, y permitirle hacer frente a un mar de guerra y manipulación. Severus no confiaba en la gente y su actitud impedía que los demás se acercaran demasiado. Harry decidió que ahora que confiaba en Severus necesitaba empezar a mostrárselo. Le había pedido a Severus que fuera honesto con él, así que el hombre se merecía lo mismo.
– Solo había estado en Hogwarts durante un mes la primera vez que tuvimos una tormenta eléctrica – Comenzó Harry. – Recuerdo estar sentado en el alféizar de la ventana, escuchando la lluvia golpeando el suelo y viendo los relámpagos atravesar el cielo. Por primera vez en mi vida me sentí seguro. Sabía que la tormenta eléctrica era peligrosa, pero también representaba calidez y seguridad para mí. El relámpago era como una barrera, manteniendo a los demás fuera. Saqué la lengua por la ventana y la lluvia sabía increíble, a libertad y seguridad. Siempre me han gustado las tormentas desde entonces – Miró al otro hombre, avergonzado por ser tan abierto. Severus simplemente lo miró fijamente, pero sus dedos se curvaron para rozar la mano que continuaba sujetándolo a la cama. Harry le sonrió cálidamente. – Ahora, en cuanto a ti – Comentó, bajando la voz. – No me gusta separarme de ti hoy, así que quiero que estés en casa a las cinco – Harry entrecerró los ojos, cuando Severus simplemente asintió.
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Podría ser muy divertido o un gran desastre
FanfictionHarry está a punto de graduarse de Hogwarts y espera convertirse en Auror. El director le asigna una misión que le garantizará un lugar en el entrenamiento de Aurores, sin embargo, la misión resulta ser mucho más de lo que esperaba (con una buena ca...