XVI 🧃

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- Perdón por haber sido así - Dijo Joselín sorbiendo su naríz - Pero era muy difícil, no quería que sintieran lástima por mi.

Alex se paró de su cama, y se acostó donde estaba ella. Lentamente la abrazó, se sentía demasiado bien sus abrazos tan cálidos era como si en verdad ahora si estuviera a salvo.

- Perdón, no tenía idea. Nadie siente lástima por ti solo que a veces es mejor desahogarte y no quedarte con todo eso. - Alex la abrazó aún más.

- Perdón Alex, no quiero estar mal contigo - Ella lo abrazó aún más escondiendo su rostro en su pecho.

- No te preocupes, solo fue un pequeño desacuerdo.

Los dos se quedaron acostados y abrazados, la luz estaba apagada y el sonido de afuera era del viento corrido y los árboles. Así quedándose dormidos ambos adolescentes.

A la mañana siguiente se despertó primero Alex, aún sostenía a Joselín de la cintura. Su corazón latía rápidamente, que situación tan embarazoza.

Se quedó mirandola, siempre inspeccionando su rostro. Pero miró sus labios, estos estaban un poco abiertos pero se miraban tan pomposos.
Puso su mano lentamente en sus labios, pero ella movió su cara haciéndola despertar.

- ¿Me creerías si te digo que tengo muchas ganas de besarte?

Ella lo miró abriendo sus ojos, se hizo un poco para atrás.

- ¿Qué?

- Tengo ganas de besarte, Joselín.

Ella no dijo nada, ¿Que proseguía? o ¿Que podía decirle?

- Alex...

- ¿Puedo besarte?

Alex se iba a acercando poco a poco, no iba a mentir también ella tenía ganas de besarlo así que se quedó en su lugar. El chico la sostuvo de su cara, miró sus labios y mojo poco sus propios labios. Hasta que chocaron sus narices, sus respiraciones podían sentirse... Pero no, ella no lo hizo se quitó.

- Perdón Alex, pero estás con Sherlyn y no voy a ser parte de un engaño.

[...]

Faltaban dos días para el cumpleaños de la abuela, tenían casi todo preparado. La comida, los arreglos, el regalo y algunas canciones para poner.

También solo faltaban dos semanas para entrar a la escuela, llevaba ya cuatro semanas en casa de Margaret. Cuatro semanas donde había nacido estaba desaparecida, cuatro semanas en las que no veía más a su familia...

En cuanto Alex, desde aquel día nada malo pasó pero seguían cada quien por su lado ¿Aburrido? tal vez, pero la vida te da giros tan inesperados.

Joselín se encontraba dando una pedido en la cafetería, la campana sonó y volteó a ver. Un chico llegó tenía un papel en su mano y lo puso enfrente de ella.

"Ayudame por favor" El corazón de Joselín empezó a latir muy fuerte ¿el chico corría peligro? ¿que hacía, llamaba a la policía? Hasta la campana sonó otra vez, donde una chica pelirroja furiosa llegó detrás de él.

- ¡Iván!

- Ahora no, estoy con mi novia.

Él tal Iván se giro a ella, Joselín no sabía que hacer miraba al chico y supuso que tenía que seguirle la corriente.

- Cielo, espérame ya no tardó en salir - Joselín dijo sintiendo pena por si misma.

Iván asintió y la pelirroja solo gruño para salir de aquella cafetería.

- Dios mío, ¡muchas gracias! - Iván dijo suspirando - Esa chica lleva acosandome desde que entré a la preparatoria. En fin, muchas gracias, ¿cuál es tu nombre?

- J-Joselin - Sonrió - ¿Eres argentino?

El asintió - Mi papá vino a trabajar hace dos años a México, bueno, muchas gracias Joselín espero volver a verte.

Se despidió, ella asintió y regreso a la cocina para limpiar lo que había dejado del café anterior. Nuevamente la campana sonó y cuando salió, no había nadie miró en la caja registradora y estaba un papel.

"Te daré mi número, si ocupas algo de mi puedes decirme alguna vez. Por cierto, sos muy tierna con tus dos coletas"

¿Que clase de cuento era eso? ni en su "rancho" como salía llamarle le había pasado algo así, era un sueño ¿o que?

- Que cosas tan más locas pueden pasar - Dijo para si misma sonriendo.

Finalmente llegó el día del cumpleaños de la abuela, Karl había llegado temprano para ayudarle y Alex también estaba allí.

- Traje el pastel - Karl dijo enseñándole la nevera y Joselín se sorprendió

- Oh dios, que lindo pastel - Estaba emocionada y abrazó a Karl.

Alex iba entrando a la cocina y vio como la chica abrazo a su amigo. ¿Por que sentía como si le estuvieran robando algo que le pertenece cuando en realidad jamás le perteneció?
Garraspeo la garganta y ellos se dieron vuelta.

- Alex, Karl compro el pastel - Dijo emocionada.

- Oh si que bien - Le respondió y salió de la cocina.

oh no, ¿que había pasado? el corazón de Joselín se hizo pequeño. ¿Cómo es que todos los adolescentes siempre tienen problemas y por más de que quieran aclarar sus sentimientos no pueden? ¿Por qué cometen errores de los que se arrepienten pero aún así siguen cometiendo los?

No le dio importancia y siguió preparando algunas gelatinas para el postre. La abuela estaba con su amiga la cuál la mantenía ocupada junto a su plan de festejarle una fiesta sorpresa.

Sherlyn llegó y dejó un par de refrescos, sus demás amigos también llegaron.

Ya solo faltaba la abuela y todo estaría bien, apagaron las luces y prendieron las velas del pastel. Las llaves sonaron y la puerta fue abriéndose poco a poco.

- ¡Sorpresa! - Gritaron todos y la abuela se sorprendió.

- Oh por dios, niños - Se tapo la boca, algunas cuantas lágrimas se saldrían de sus ojos.

Alex fue a abrazarla, pareciera como si el también quisiese llorar.

- Muchas gracias de verdad - Agradeció

- Fue idea de Joselín - Alex dijo, Margaret la miró y sonrió

- Ven acá.

Joselín fue y la abrazó, se sentía como si volviera abrazar a su abuela. Lo delicado que era volver a abrazar a alguien mayor, creo que había olvidado como se sentía aquellos abrazos.

- ¡Vamos a comer! - Karl gritó y todos festejaron.

☄️


Chanretbul

FOR THE FIRST TIME - QUACKITY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora