11. Capítulo - Disneyland

520 29 6
                                    




11. Capítulo - Disneyland


Mierda, ¿esta bromeando verdad? Dios dime que si. No me puede estar pasando esto a mi, justo en este momento y en este lugar. Nunca estuve tan ansiosa de que llegue comida, nunca tuve tantas ganas de comer algo y nunca estuve tan nerviosa, ¿que dira? ¿Que me ama? Uff Lizzy no seas tan idiota sabes que nunca lo admitirá, ni siquiera sabes en que punto de una relación estas. No debo de hacerme ilusiones... Debo de mantener la mente fría y analizar todo esto.

¿Nunca les paso que quieren salir corriendo de donde estan? Yo solo que quieren hacer es correr, y nunca parar.


Después de estar pensando al menos un millón de horas, bueno solo fueron varios minutos pero parecían una eternidad, a Martha se le ocurre hablar, -¿Chicos que les parece Disney? - pregunta la rubia mirando atentamente. Le debo una.


- DIOS ESTA GENIAL ¿VIERON ESA MONTAÑA RUSA? ¿LA VIERON? ¡QUIERO IR A ESA!- Dice mi hermano casi gritando, a lo que los otros dos cerdos asisten mirando ese monstruo con cara de idiotas, bueno con mas de las que tienen.


- Yo creo que mejor vamos a los autos chocones - digo con una sonrisa grande y soltando una gran bocanada de aire, todo esta saliendo a pedir de boca. Aaron no a vuelto ha abrir su gran bocaza. ¿En qué estaba pensando?


- que amarga eres Lizzy... - dice Aaron, mi cara de desprecio hacia el fue el típico "te callas o te mato" y es mas que probable que el resto de comensales en un radio de dos kilómetros se diesen cuenta, pero sinceramente ¿A quien le importa? - !YA no te enojes era broma¡ - Exclama el alzando sus manos al aire en seña de rendimiento. Claro, el siempre hablando de mas cuando le conviene total después me sonríe y se cree que así mi mundo comienza a dar vueltas.


Y entonces algo pasa, algo tan importante que me distancio de mis pensamientos por completo. LLEGO LA COMIDA, okey no mi felicidad por eso no es tanta, tengo que tratar de comer y no vomitar, vamos Lizzy es solo una ensalada, no engorda, se que puedes, soy fuerte yo puedo, pienso mirando ese maldito plato blanco hasta arriba de ensalada con verduras y salsa. De reojo veo que Aaron me esta mirando para ver que hago si como o no, es el único, los otros dos cerdos están atragantándose con la cerveza y su comida, mamá esta hablando con Martha en lo que parece una entretenida conversación sobre el señor que esta al otro lado del restaurante. Por otro lado estoy yo...y yo bueno, yo intento comer, miro para el lado de Aaron y digo sin levantar mucho la voz


-Aaron no puedo, no puedo comer- el suelta todo y me sujeta la mano por debajo de la mesa. Sin que los otros se den cuenta poco a poco se va acercando a mi sin soltar mi mano en ningún momento. Luego su boca roza mi lóbulo


-Lizzy eres fuerte, se que puedes comer y no vomitar, vamos, solo dos bocados tu puedes - miro de nuevo la comida y agarro el tenedor de plata viéndome reflejada en el.


Lo miro a el una vez mas y empiezo a comer lento, mastico una y otra vez cada vez mas lento y con mas asco no le encuentro sabor a nada, trago y tomo agua, lo miro otra vez y el me hace un gesto para que siga, miro a todos en la mesa y me doy cuenta de que casi todos terminan ¿cuanto a pasado? ¿1 hora quizás? Aaron y yo no habíamos tocado la comida y por eso decidi que era hora de seguir, volví a comer y esta vez no era tan desagradable pero seguia sin gusto, lo trage y fui haciendo eso hasta que casi acabe. Todos estaban hablando pero yo solo me estaba odiando cada vez mas, volví a sentir esas ganas, esas putas ganas de vomitar justo cuando ya me había terminado el dichoso plato. Discretamente me levanté para ir al baño y me di cuenta de que el me seguía, ¿porque ahora siempre estaba ahí? ¿que me quiere decir? ¿Porque se quiere acercar a un demonio como yo? ¿Acaso quiere salir lastimado? ¿O soy yo la que saldrá lastimada? Junto con las arcadas mil y una preguntas pasaban por mi mente.


Proyecto Arco IrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora