Don't Leave Me [Tokyo Revengers]

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Dami estuvo varios días detrás de Takemichi, quién ahora sabía, si había viajado al pasado, ya que incluso parecía ser una persona diferente. Ahora era más... comprensivo, tranquilo, llorón y... Emotivo.

A Dami casi le da el patatús cuando notó que el Takemichi de ahora parecía querer en demasía a Hinata.

—Esto tiene que ser una puta broma. —Gruñó la fémina cuando vió como ambos chicos se tomaban de las manos, con un Takemichi avergonzado.

La fémina descubrió varias cosas del futuro, Takemichi tenía que encontrarse con un tal Manjiro Sano y con Kisaki Tetta. Por lo que le dijo a Kisaki que no se acercara a Takemichi, para poder encontrar el momento perfecto.

Por ahora, ella buscaría a Manjiro Sano para evitar que conociera a Takemichi. Pero fue un fracaso total, ya que se encontraron cuando estaban por darle en su madre a Takemichi.

—Maldición. —Gruñó la fémina mientras golpeaba un árbol con su puño, estaba por quejarse cuando notó la mirada de un rubio. —¿Qué miras?

—¿A qué se debe que golpees a un inocente árbol?

—¿Qué te importa? —Bufó dándose la vuelta para caminar hacia otro lado.

—Uy, que humorcito. —Rió con diversión un pelinegro llegando. —¿Por qué mirabas la pelea?

—Porque si.

—¿Siempre eres así?

—Ya vayanse, dejen de seguirme.

—Sólo queremos saber...-

—Joder, son insoportables y ni siquiera los conozco.

—Bueno, nosotros si te conocemos, ahora vives con Taiju, ¿No? Somos Kokonoi e Inui, estamos en la pandilla de Taiju.

—Ah miraaa, no me interesa, larguense.

—Que carácter tan feo, me encanta. —Dijo el pelinegro de nombre Kokonoi.

—Joder, ya dejen de seguirme. —Gruñó con molestia Dami mientras salía del lugar a paso apresurado.

Pronto dejó de escuchar los pasos detrás de ella, así que comenzó a caminar tranquila.

—Seguimos aquí.

—¡Mierda! Un puto cascabel estaría bien.

—Ni que fuéramos gatos.

—¿Qué demonios quieren? Ésto se llama acoso, podría llamar a un policía para que les den una multa o algo.

—Taiju nos dijo que te cuidaramos, dice que no a su cocinera personal sana y salva.

—Uy, que honor. —Bufó virando los ojos. —No necesito que me cuiden, ya largue... ¡Escondanse!

Dami jaló a ambos chicos detrás de una camioneta, pues vio como Takemichi salía del lugar junto a sus amigos, golpeados a más no poder. Detrás de él estaba Manjiro Sano junto a su achichincle Draken.