Don't Leave Me [Tokyo Revengers]

🕷️ c a p í t u l o e x t r a

—¡Y Dami gana! —Exclamó la fémina levantando sus brazos con emoción.

—¡Eso fue trampa! —Exclamó Kakucho tirando las cartas a la mesa.

—¡No fue trampa, ahora recoje tus más doce cartas!

—Me caes mal, caramba. —Gruñó tomando sus respectivas cartas.

—Aún no entiendo cómo se juega eso. —Murmuró Mikey asomándose del lado de Dami.

—Pues... ni idea, nosotros creamos nuestras propias reglas. —Rió la rubia.

—Es que justamente ellos lo juegan de una forma diferente. —Le dijo Emma mirando entretenida a Izana.

—¡Ya llegaron las pizzas! —Exclamó Shinichiro llegando con los padres de... de los chicos.

—¡Genial, vamos! —Exclamó Takemichi.

—¡Joder, ya iba a ganar! —Se quejó Kakucho molesto al ver qué todos ya se iban.

Las cosas habían salido demasiado bien después de la adopción de los tres chicos.

Con los años, Takemichi se encontró con un Mikey de aproximadamente once años, se hicieron amigos, luego les presentó a sus hermanos adoptivos, y Mikey hizo lo mismo con los suyos, ahí fue el reencuentro con Emma de ambos hermanos Kurokawa.

Aunque bueno, al final resultó que ninguno era hermano de Emma, pero aún así no necesitaban ser de sangre para poder ser hermanos, eso mismo se ha podido demostrar con la familia Hanagaki.

Pronto ellos se hicieron amigos de Mikey, incluso se acercaron a todas aquellas personas que en su momento conocieron.

A los Shiba, a los Haitani, Hanma, Kokonoi e Inui, a Senju.

Pero Takemichi no había querido conocer a una persona en especial... a Hinata Tachibana.

Prefirió vivir su vida con normalidad aún si eso implicaba no estar con ella, era lo mejor.

Dami se lanzó hacia Takemichi en un gran abrazo de oso, haciendo poner celosos a Izana, Kakucho y a Mikey.

—Lo hiciste bien. —Sonrió Dami.

Ella lo decía por el juego. Pero Takemichi de alguna forma lo tomó con que había arreglado las cosas.

Con el pasar de los años, Mikey y Dami se habían convertido en los mejores amigos como debió haber sido. Aunque claro, siempre estaban con Draken, así que él también contaba como mejor amigo de Dami.

—Dami, me alegro de que las cosas estén como están. —Sonrió Takemichi.

—Me agrada ésta familia. —Le dijo ella sonriente. —Gracias por traer a Izana y a Kakucho a tu familia también.

—No es nada. —Dijo él y extendió la mano.

Dami lo miró confundida, pero aceptó la mano del chico. Ella vio como Takemichi se tambaleaba un poco, y luego miraba confundido a la rubia.

—¿Dami?

—Si tonto. —Rió nerviosa.

—¿Y mamá?

—En la cocina con los demás.

Takemichi asintió pero luego le dio la espalda y se fue.

Las cosas habían salido muy bien, en el futuro, Dami se había casado con un chico al que conoció en la escuela, y habían tenido gemelos.

Todos los demás habían hecho sus vidas, y aparentemente todo estaba muy bien ahí.

Ahora sí todos tenían su final feliz, nadie había muerto.

Takemichi descubrió que al final, Hina y Kisaki se habían casado, se sintió mal pero quizás eso había sido lo mejor.