—No, ni hablar.
—Andaleeee, quiero ir sola a comprar eso.
—No, le diré a Koko que él mismo vaya por esos ingredientes, no pienso dejarte sola.
—Por favorrrr, llevo cinco meses limpia, además amenazaste a los chicos con que si me daban gomitas los ibas a matar, les quedó muy claro eso.
—No voy a dejar que vayas sola, cualquier cosa podría pasar.
—No seas exagerado, estaré bien, así te probaré que ya estoy más que bien. —Sonrió la fémina.
Tras mucho insistir, Mikey finalmente desistió y la dejó ir sola al supermercado. Aún así, estaba tan preocupado, que después de un rato le pidió a Hanma que fuera a buscarla.
Dami estaba saliendo del supermercado con sus bolsas del mandado, estaba feliz pues le haría dorayakis a Mikey, seguramente le encantarían.
—Oh, así que Mikey finalmente dejó salir a su mascota. —Habló burlón un tipo frente a ella.
—¿Uh? —Dami terminó de guardar el dinero y miro al frente, pero tuvo que subir un poco su cabeza para poder ver al sujeto. —¿South?
—Voy a divertirme mucho contigo. —Rió colocando su enorme mano en el hombro de la fémina.
—¿Q-Qué?
°°°
—¡Mikey! —Exclamó Hanma abriendo la puerta de golpe.
Mikey se asustó y levantó rápidamente la cabeza, notando a Hanma completamente golpeado, y en su espalda cargaba a la rubia.
No podía verle la cara debido a que su largo cabello lo cubría, pero sabía que no estaba bien.
—¿Qué demonios sucedió? —Exclamó corriendo hacia ellos, para sujetar a la rubia con ayuda de Kokonoi y Sanzu.
—Fue South, estaba golpeándola cuando llegué. —Dijo asustado. —Ella estaba inconsciente, tuve que entrometerme para hacer que la soltara.
Mikey miró preocupado a la rubia, su cara estaba enrojecida, sus labios, ceja y nariz estaban rotos, y no dudaba que hubiera algún hueso de su cuerpo rotos.
—Tenemos que llevarla al hospital. —Dijo Kokonoi.
Para cuando estuvieron en el hospital, el doctor a cargo de Damelia les dijo que tenía al menos dos costillas fracturadas, el hueso de su clavícula estaba roto. Debido a ello tuvieron que someterla a una cirugía.
—No debí haberla dejado. —Murmuró arrepentido Mikey. —Hubiera preferido que ella se molestará conmigo a dejarla salir sola.
—No es tu culpa, nadie sabía que eso sucedería. —Le dijo Koko. —Estoy seguro que de no ser por South, ella hubiera vuelto sana y salva a casa.
Pasaron horas hasta que el doctor salió anunciando que la cirugía había sido un éxito, y que ahora solo quedaba que Dami despertara.
Pero ahora venía la parte mala, necesitaban de un adulto para llenar algunos papeles, y para que cuando la dieran de alta saliera.
—Manjiro. —Habló el hombre de gran edad.
—Abuelo. —Dijo levantándose de la silla, sin querer mirar al hombre.
—¿Dami esta bien?
—Ahora se encuentra estable... pero necesitan...-
—Iré a firmar, después tengo que hablar contigo. —Le dijo el hombre, sujetando con fuerza su bastón para caminar de vuelta a recepción.
Mikey tragó saliva y volvió a sentarse, hace mucho que no veía a su abuelo.
Después de un rato, un ruido inquietante salió de la habitación en donde Dami se encontraba, rápidamente unas enfermeras corrieron a la habitación, asustando a los chicos y al hombre de edad avanzada.
—¿Qué está pasando? —Cuestionó Koko confundido.
—¡Dami! —Exclamó Mikey entrando a la habitación.
La fémina se movía, y daba algunos saltos aún acostada.
—¡Cuiden la lengua! —Exclamó alguien. —Ya pasó, ya pasó.
—No puede pasar. —Le dijo una enfermera a Mikey, haciendo que saliera de la habitación.
—¿Qué le pasa? —Preguntó el abuelo a la enfermera.
—Es una convulsión, pero ya está bien.
El abuelo y la enfermera siguieron hablando de la salud de la rubia.
Pero mientras eso sucedía, Mikey estaba pensando en mil maneras para asesinar a South.
Eso hasta que unos tacones se escucharon acercándose a todo lo que podía correr.
—¿¡En dónde está!? ¡Damelia! —Exclamó la mujer buscando por todos lados. —¡Alguien ayúdeme por favor, busco a mi hija!
Un par de enfermeras se acercaron a ella, y tras darle indicaciones las enfermeras se pusieron a preguntar a otros enfermeros, hasta que dieron con la habitación de Dami.
Mikey se puso tenso al ver a la mujer de cabello castaño, era claro que ella era la madre adoptiva de Damelia, se parecía demasiado a Takemichi.
—¡¿Qué demonios le sucedió?!
—Señora no grite, estamos en un hospital.
A Mikey se le fue el alma cuando la mujer se acercó a su abuelo, y comenzó a reclamarle, diciendo que apenas su hija estuviera estable, se la llevaría.
—¿Llevársela? —Cuestionó Mikey. —No puede llevársela.
—¿Y tú quien eres como para cuestionar mis decisiones con mi hija?
—¡Usted la corrió de su casa! ¿Y ahora creé que se la puede llevar? ¡Dami no lo permitiría!
—¡Manjiro!
—¡Está loca! ¡Primero la corre y ahora la quiere de vuelta! ¿¡Qué mierda le sucede!? ¿¡Tiene idea de lo mal que la pasó Damelia!?
La mujer se echó para atrás, tragando saliva. El chico se veía demasiado molesto, tanto que incluso le daba miedo.
—Fue un error dejarla ir.
—No, no la dejó ir, usted la corrió.
—Takemichi me mintió sobre ella, estaba molesta y...-
—Eso no es una jodida excusa a lo que hizo. —Bramó.
A la mujer no le quedó de otra más que irse, se sentía muy mal al respecto, sobre todo estaba avergonzada con las demás personas que estaban ahí.
Mikey sólo suspiró y se fue a sentar nuevamente, esperando que Dami pudiera estar mejor.
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Don't Leave Me [Tokyo Revengers]
FanfictionBy: @Moross_ «Si puedo volver atrás en el tiempo, puedo volver. Lloras entre la sombra y la luz, no me dejes, creo llegar. Sin final tú eres mi esperanza. No importa la lluvia, no importa qué oscuridad borre, siente sin cerrar los ojos. No estás so...