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Takemichi se sentía desesperado, no había avanzado absolutamente en nada

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Takemichi se sentía desesperado, no había avanzado absolutamente en nada. Aunque había salvado a Draken, ni Mikey ni los demás se habían acercado a él para hablar o algo, y Draken sólo le había agradecido.

Se sentía abrumado, completamente perdido y molesto consigo mismo. Sobre todo porque tenía dos problemas ahora.

¿Otro problema? Además de los viajes en el tiempo, su otro problema era su hermana. No había sabido nada de ella en un largo tiempo, su madre ni siquiera se había preocupado por la fémina. Su padre se había ido de casa luego de saber que su madre echó a su única hija, aunque adoptiva, y ahora estaban en proceso de divorcio.

Se había propuesto a encontrarla, para pedirle perdón por ser un mal hermano, por todas aquellas mentiras que le dijo a su madre, por todo lo que había sucedido.

—¿En donde estás, Dami? —Miró al cielo con alguna esperanza de encontrarla, quizás con eso lo demás sería fácil.

°°°

—¡Estoy en la cima del mundo! —Exclamó la rubia mientras se sujetaba de los hombros de Mikey y se levantaba del asiento, para quedar parada.

Mikey rió mientras aceleraba más en su moto, siempre cuidando de que la rubia no cayera.

Ambos se habían hecho más cercanos, salían casi todos los días, e incluso ella se había hecho amiga de los miembros de la Toman.

—¡Ya siéntate o te caerás! —Exclamó Draken mirando preocupado a la rubia.

—Ya me siento. —Dijo cuál cachorro regañado mientras se sentaba.

—Ay Kenchin, no seas aguafiestas. —Le dijo Mikey bajando la velocidad, para poder hablar con su amigo. —¿Vamos a mi casa? Emma dijo que preparará algo de comer muy rico.

—¿Emma? —Aquel nombre le había traído recuerdos, pero quizás sólo era coincidencia.

—Si, mi hermana menor. —Dijo Mikey. —¿Los Shiba tendrán algún problema si llegas tarde?

—Ah, no creo. —Dijo algo extrañada, ya que no tenía idea a dónde querían ir los chicos.

Pronto ambos chicos aceleraron para llegar a la casa del más bajo. Para cuando llegaron, dejaron las motocicletas aparcadas y luego bajaron.

—¿Y aquí qué? —Cuestionó la rubia mirando la casa frente a ella.

—Es mi casa, bueno, la del abuelo. —Dijo Mikey comenzando a caminar, con Draken detrás de él y luego Dami los siguió.

Don't Leave Me [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora