Simplemente hay cosas que cambian con el paso del tiempo y una de esas cosas somos nosotros, que por sucesos de la vida hacen que uno ya no sea el mismo que era antes.
Al salir de la escuela la castaña camina con intención de llegar a la camioneta de Alaric, pero la voz de Dylan la detiene.
— Hola — Alice mueve un poco su cabeza a la derecha para buscar al portador de la voz y cuando lo ve, sonríe.
— Hola Dylan — el castaño le devuelve la sonrisa y se acerca a ella.
— ¿Hacia dónde ibas? —
— Voy hacia allá —señala con su dedo el área donde se encuentra la camioneta y a su vez Rafael y Hope.
— ¿Iras tras Landon, cierto? —
— Si —asiente la castaña mirando el piso mientras se rasca la nuca.
— No lo conozco, —la mano del hereje se posa en el hombro de la chica haciendo que esta por inercia levante la mirada. — pero sé que debe de haber alguna causa razonable para que el haya actuado así —
—Gracias por decir eso —una leve sonrisa aparece en los labios de la Mikaelson.
Dylan le sonríe a Alice mientras la ve a los ojos, poco a poco acerca un poco más su cuerpo a el de ella y dudoso besa la frente de la tribrida haciendo que esta se sorprenda un poco.
— Tienes que irte ya —el castaño se aleja para señalarle con la cabeza la escena que están haciendo Rafael y Hope. —No permitas que Hope mate a alguien, o que haga algo estúpido, al menos no en público, por favor —
Una leve risa sale de los labios de la ojimarrón y asiente. — No te preocupes, nada malo va a pasar —después de decir eso, Alice camina de espaldas hacia la camioneta mientras se despide con un gesto de mano a Dylan, gesto que el respondió con un guiño.
— ¿Qué rayos fue eso? — un Rafael enojado y confundido mira a la menor de los Mikaelson.
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— Tú mejor amigo le hizo eso a un autobús lleno de personas anoche, y yo soy la única que puede encontrarlo —
— No eres la única, prima — tanto el moreno como la cobrizo dirigen su mirada a la castaña.
Ignorando a su prima, Hope le vuelve a hablar a Rafael. — Ya dame la cosa esa del auto —
— Hope —Alice usa voz de mando tratando de llamar su atención, pero ambos seguían inmersos en su discusión.
