Simplemente hay cosas que cambian con el paso del tiempo y una de esas cosas somos nosotros, que por sucesos de la vida hacen que uno ya no sea el mismo que era antes.
-Alice, amor, tenemos que irnos, no podemos estar aquí- Dice Scarlet mientras le toma el rostro con delicadeza a su sobrina, Alice aún en shock solo mueve la cabeza de arriba a abajo. Ambas se levantan del suelo y recogen sus pertenencias y dirigirse al vehículo después de que Scarlet incendiara la casa y la motocicleta de la familia Blackheart para que no haya ningún rastro de ellas.
Mientras la mayor de los Blackheart conducía todo iba en silencio en el auto, Alice no emita ningún sonido seguía en shock, hasta que una duda entro por su cabeza.
-¿A dónde vamos?- Pregunta dirigiendo su mirada a su tía.
-No lo sé, pero tiene que ser un lugar muy lejos de aquí-
-¿Por qué no vamos a Nueva Orleans y después a Mystic Falls?-
-¿Por que iríamos a esos lugares?- Pregunta Scarlet algo confundida, aunque sabía cuál sería la respuesta de su sobrina.
-Porque en Nueva Orleans está mi padrino podemos ir a verlo y contarle lo sucedido para que nos ayude, al menos a conseguir más ropa-
-¿Y por qué Mystic Falls?-
-Por que mamá me pidió que le prometiera que si algo le pasaba a ella o a Luke iría a la Escuela Salvatore, hasta parece que mamá sabía lo que iba a pasar- Alice sonríe un poco mientras que una pequeña lágrima cae por su mejilla.
-Opino lo mismo, bueno iremos a Nueva Orleans primero- dice Scarlet sonriéndole a su sobrina.-Duerme un poco,te hace falta pequeña-
- ¿Y tú?-
-No te preocupes, te llamo cuando lleguemos a una gasolinera y cambiamos puestos, ¿te parece?-
-Si, tía, gracias- Alice se acomoda en el asiento y se queda completamente dormida.
El trayecto hacia Nueva Orleans duro 2 semanas enteras, por lo que hicieron varias paradas, para comer, ir al baño o simplemente descansar las piernas, hasta que llegaron a su destino.
-Ya llegamos- Dice Scarlet deteniendo el automóvil enfrente de una mansión, la mansión Mikaelson.
-Perfecto, iré a ver si hay alguien, ¿te parece?- Pregunta Alice mientras salía del auto.
-Si está bien, solo ayúdame a llevarte tus cosas- La menor de las Blackheart asintió y se llevó sus pertenencias, entró a la mansión lentamente observando el lugar. Hasta que una fría voz la detuvo.
-¿Quién eres?- Alice voltea no muy convencida hacia la persona que le habló, se admiró por su belleza y su larga cabellera rubia, reconociendo de inmediato quien era.
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