Estamos en... ¡¿Naruto?!

Capítulo VIII

Capítulo 8: "A tiempo"

Nella y Lena se encuentras caminando por ya varios kilómetros lejos de la aldea del rayo, ninguna parece notar que alguien más se encuentra siguiendolas desde hace medio kilómetro atrás.

—¿Crees que podremos regresar a casa, Nella?

—No lo sé, pero si no lo intentamos, no lo sabremos —se encoge de hombros la niña aparente de 14 años.

—Ojala en nuestra ausencia ellos se encuentren bien, me preocupa bru.

Nella hace una mueca ante la mención de la dichosa mayor. Sabía que su acompañante la consideraba una hermana mayor, su familia. Pero eso no desacreditada el hecho de que por su culpa, rafa estuviera en ese estado, tan crítico y horrible.

Nella iba a decir algo, pero ambas se tensan al escuchar un crujido de ramas tras suyo, voltean rápidamente nerviosas, una detrás de la otra se resguardan pero justo cuando van a tragar saliva de los nervios una bola negra se cae por enfrente de ellas, yendo a ellas, Nella atrae rápidamente a Lena antes que la cosa explote y desprenda un humo que contenía algo. Saltan a un árbol por reflejo quedando en una rama.

—¿Quién anda allí?

—Interesante, descubrieron a Tobi~

Ambas percibieron un escalofrío al reconocer al chico, y más por el tono de voz con el cual se había dirigido a ambas. Nella protectora apretó la mano de Lena, quien agarró con ciertos nervios el kunai que había sido dado por Bee. Ella no temía utilizarlo, sólo que no tenía muchos buenos reflejos.

—Dejate de bromas y déjanos marchar. —advirtió Nella amenazante la joven de cabellos mostazas, junto con su mochila aún en su espalda.

El brillo rojizo tras la marcará de lollipop, las hizo sentir el peligro.

—Lo lamento, pero eso no se podrá hacer, Tobi las necesita.

Y sin más, vieron como se movió rápido hacia su dirección, Lena arrojó lo más rápido que podía el Kunai mientras que Nella la movía lejos, junto como estaba que advertía a su fantasmal invocación a que interviniera.

—¡No nos tocarás un pelo, bastardo! —gritó Nella. —Louis, atacad!

El fantasma cobró forma lo más rápido que pudo como para atacar pero un vórtice lo arrojó contra varios árboles, asustando a las chicas, y emocionando a Tobi.

—¡maldito que te la re parió! —gritó Lena al ver preocupada al protector de su amiga.

Nella y Lena pisaron mal, quedando a escasos metros del loco Tobi.

—Ceder no sería malo, Tobi promete no dañarlas si lo siguen~

—¿Qué parte de "no me interesa" no entendiste retrasado? —gruñe tensa Nella mientras nota como su pequeño amigo fantasmal vuelve a removerse como para protegerlas, pero un kunai en llamas lo tranca en un árbol, asustandola y preocupada mira a Lena.

Tobi nuevamente se transporta a centímetros de ellas pero en cuanto esta por agarrarlas, una lanza dorada y luminosa lo aleja, al incrustarse en él, gritando de dolor al sentir como lo que a justo en el hombro.

—¡¿Argh!?

Un destello rápido casi como un relámpago se ve aparecer frente a ellas, protegiendolas al instante.

—¿Se encuentran bien? —pregunta la pelinegra totalmente puesta en defensa al ver cómo el otro trata de quitarse aquello que le quema, y deja sentado al suelo, lleno de dolor por la lanza que había logrado quitar de su hombro que había sido atravesado.

—B-bru...

Lena se queda estupefacta al escuchar la voz de su hermana, tanto que por um momento por reflejo iba a abrazarla con los ojos cristalizados. Mientras que Nella tiene un tic en su ojo derecho.

—Maldita seas, vieja.

Tobi mira maravillado a la pelinegra, mientras que ella se mantiene neutral con la pose recta y lista para atacar.

—Este daño a Tobi no será perdonado. Entrégate por las buenas o te llevaremos a las malas. —dice el enmascarado aún fascinado pero adolorido.

Brunari se rasca la oreja con desinterés, impacientando al enemigo que se aprieta el lado dañado.

—Apple, se que no soy fan de tu devoción pero por lo que mas quieras busca a ese bicho con el que viniste y refugiense en él. —aconseja con total seguridad y neutral, ignorando las palabras dichas del enmascarado.

Nella se muerde la lengua molesta, pero lo hace arrastrando consigo rápidamente a Lena, quien se niega a alejarse de su hermana.

—¡¿P-pero que haces Nella?!

—Salvar-nos.

Lena no lo quiere, no quiere dejar sola a su hermana, a la quien creyó estar perdiendola en cama durante semanas. Se voltea a verla.

—Bru-...

—Iré con ustedes. Solo sigan la linea de mi color favorito. —dijo entrelineas la pelinegra.

Pero en cuanto se distrajo, Tobi ya la tenía entre sus manos, ahorcandola casi, asustando a las pequeñas chicas, una más preocupada por ella que la otra, que buscaba sacarlas ya de allí.

—Louis!

—Modo escape activado.

El fantasmita fue a ellas, y se las comió a la par que crecía, desapareciendo de la vista de ambos enfrentados, Lena pataleta por su hermana, mientras que Nella la silencia para que puedan escapar. Ambas yendo del lugar donde dictaba una línea en el cielo, muy fina de color lila.

Mientras que Brunari se queda totalmente quieta al principio al ser tomada del cuello por el enmascarado.

—Evitaste que las usáramos, ¿pero para que sacrificarse? Que desperdício.

—La amistad va primero, idiota.

Tobi se tensa y aprieta más del cuello, dejándola casi sin respiración, alzandola del suelo, tanto que por un momento se siente tan victorioso pero no es por mucho tiempo, porque una patada va directo a su entrepierna sacándole el aire por mucho.

—¡ ma-maldita seas...!

—Tu... Ni nadie... Me utilizará, que te quede claro.

Aunque cuando estuvo apuntó de clavarle un kunai directo a la yugular de Tobi, este se derrite como agua y pasa tras suyo, para luego herirla justo en el omóplato derecho. Logrando que Brunari intente quitárselo de encima.

—Vendrás con nosotros a la fuerza, Tobi quiere jugar contigo, pequeña Nari. —juguetea incrustando mas el kunai, logrando un quejido en la pelinegra que con un destello en sus ojos advierte algo que le fascina.—Increíble.

—Aprende. No sois dignos de reescribir la historia.

Las palabras amenazantes de una voz subliminal dichas en el ambiente, hizo que Tobi se sintiera atemorizado pero curioso, buscando de donde provenía pero en cuanto menos lo supo una gran luz lo cegó por completo y sólo quedó el kunai con el cual había dañado a la que debía secuestrar, sin ella en el lugar.

—Tks...

Tobi está vez había fallado pero no del todo, veneno la haría caer, sea lo que sea que la cuidaba, ni le daría el tiempo suficiente para drenar el hilo de chakra rastreador que había colocado en ella. Tal vez ahora no se notará, pero cuando bajaran la guardia sería el momento de hacer sus planes.

—Solo por esta vez, llegó a tiempo.

Brunari había caído totalmente mareada en la cabaña, transportada por el vórtice luminoso de Nunray, junto con la llegada de las chicas gracias al pequeño fantasmita. Las cosas se volverían un desmadre y el cuerpo de la pelinegra lo sabía, motivo por el cual cedió al cansado y dolor del daño.

—¿Pero que mierdas...?

La voz de Rafaeru inundó el ambiente quedando estático. Estaba viendo muchas cosas para solo haber despertado recién.

—¿Flancy...?