On The Low

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Sooran


Pasé gran parte de mi vida huyendo.

Namjoon solía catalogar ese hecho como "valentía" pero ahora que puedo detenerme a analizarlo, aun si compartíamos el mismo sentimiento, nuestras realidades nos forzaron poco a poco a interpretarlo de forma distinta: mientras yo huía de aquello que no podía enfrentar, Namjoon debía quedarse a combatirlo porque no tenía otra opción.

Cada vez que estoy a nada de huir, recuerdo la tarde en la que decidí terminar con Woosuk; el hombre me amaba realmente, pero sus caricias pesaban. Jia pensó que estaba dejando ir a una buena persona a causa del episodio de luz, estrellas y euforia que significó el haber coincidido con Namjoon pero, sostengo que no fue así. Dejé a Woosuk porque no lo amaba y Namjoon fue el detonante que necesitaba para dar ese paso. Pude haberme quedado a esperar amarlo, pude haber hecho un esfuerzo, pero lo dejé. Hui de él porque quería más. Hui de él porque no era infeliz a su lado, pero no quería que él fuera esa persona que, de niños, nos siembran en la mente debe ser nuestra otra mitad.

Hasta esa tarde, no había experimentado el estado constante de aturdimiento complejo que implica enamorarse... y eso no pasaría con él.

Entonces hui. Hui porque no pude enfrentar el hecho de que el amor romántico no es para todos y yo aún esperaba encontrarlo.

No sé si fue un error.

Más tarde comprendí que el amor no se busca, solo llega para construirse.

Y Namjoon... Namjoon fue aire. Lo describiría así.

En el mundo, las mujeres entre los 24 y 30 años representamos el 7% de la población. No creía en el destino, soy lógica y racional. Ni siquiera sé a qué carajo se refiere Kaori cuando habla de horóscopos, astrología y tarot. Y con esto no digo que ahora dejaré mi nuevo puesto en el Museo Nacional de Arte Moderno de Suiza para volverme vidente, pero, antes nada de eso tenía sentido. Pero entonces todo sucedió.

Conocí a alguien que tenía que conocerme porque habría algo más en el futuro que nos enlazaría quizá para siempre.

¿Cuáles eran probabilidades?

Hay cientos de hectáreas de reservas naturales en Seúl y yo concurría la misma porción de parque que Namjoon; hay decenas de librerías en la ciudad y él decidió ir cada día, a la misma hora, a aquel lugar donde alguna vez firmé para esclavizarme 100 horas semanales sin piedad.

No tenía sentido.

Después, solo sucedió. Me enamoré completa e irrevocablemente de Kim Namjoon. Terminó conmigo. Salí adelante, me reencontré con un conocido de la adolescencia. Regresamos a Seúl y Namjoon encontró a Blacky. Hicimos las pases. Alexander Galli me pidió unir nuestras vidas. Acepté sin pensarlo dos veces. Nam y yo fuimos a aquel templo y claramente, pude sentir como mi corazón aún se volvía a loco por él.

Pero al final, él no fue tras de mí. Namjoon no hizo algo para que me quedara a su lado y yo tampoco di ese paso.

Jamás considere a Kim Namjoon como una persona imprudente que va por la vida tomando decisiones arrebatadas e impulsivas solo porque su corazón así lo dicta. Y creo que yo tampoco.

Tal vez la respuesta a todo esto, la conclusión al por qué no luchamos o nos aferramos al otro, es porque nuestras vidas no giraban alrededor del amor. Nam seguramente tuvo razones suficientemente válidas para decidir construir una barrera entre nosotros y yo tenía a Alexander.

Me gusta pensar entonces, que entre 7.9 billones de personas en el mundo, en esa pequeña porción de 605.2 km² que involucra la ciudad de Seúl, entre ese mínimo de probabilidades, éramos dos personas completamente ajenas que estaban destinadas a conocerse y amarse, pero no a estar juntas.

Who are you? ~ KNJ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora