Euphoria

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El hecho de que Namjoon estuviera sentado del otro lado de la mesa del consejo, justamente frente a ellos, no impidió que los ojos de Sooran intentaran cerrarse en más de una ocasión. Habían transcurrido dos horas desde que entraron a aquella sala de conferencias y el discurso del hombre de corbata azul y cabello entrecano a la cabeza de la junta, parecía no tener fin.

Se sentía como en esas eternas clases de matemáticas a la 1:00 pm durante la secundaria: No entendía palabra alguna, sus párpados pesaban, la atención estaba totalmente disipada y para cuando recuperaba la intención de seguir el hilo de la reunión, el hombre de corbata azul ya había cambiado de tema.

Por un momento contempló tomar su celular y perder el tiempo comprando cosas en Amazon que evidentemente no necesitaba, pero al subir la mirada e inspeccionar sin mucha evidencia el lugar, estaba claro que ella era la única persona cargando demenciales ganas por salir corriendo de ahí.

— No te duermas. — Masculló Alexander con extrema cautela, mientras su atención pertenecía en los labios finos y resecos del hombre a la cabeza de la mesa.

En cuanto el hilo de voz de Alex llegó a sus oídos, Sooran enderezó la espalda y sacudió suavemente su rostro, esperando que esto tuviera algún efecto vigorizante.

— Estoy muy despierta. — Musitó soltando una gran mentira que por supuesto, Alexander no creyó. — ¿Falta mucho?

— Hora y media. — Respondió bajando aún más el tono divertido de su grave voz, intentando esconder la sonrisa que se había escapado de sus comisuras. — Mínimo.

Con hartazgo, pero sabiendo ocultar ese sentimiento a la perfección, Sooran pasó los dedos a lo largo del crecimiento de su cabello, retiró los lentes de pasta rosada transparente que presionaban el tabique de su nariz y masajeó sin cuidado sus párpados cansados.

Entonces, sus ojos viajaron a todo distractor posible. Viajaron a la presentación que reflejaba el proyector, a los bolígrafos demencialmente costosos colocados frente a cada uno de los socios, al anciano a su lado con olor a tabaco y evidentes problemas de congestión nasal, a Yoongi en una parte de la mesa jugando sutil e inconscientemente con una botella de agua, a Jungkook haciendo el máximo esfuerzo por entender qué carajo significaban los instrumentos que miden la evolución de un valor en la bolsa como la rentabilidad del accionista, la rentabilidad por dividendo, el pay—out y el PER, y finalmente, a Namjoon comentando al oído de su abogado cualquier detalle por discutir más tarde.

Sooran estaba agobiada. La única razón por la que había aceptado asistir, fue porque Alexander prometió temas sencillos y ligeros... Y esa reunión era absolutamente todo, excepto digerible.

— ¿Me veré muy mal si salgo para tomar aire? — Dijo inclinándose al hombro de Alexander.

— Aguanta un poco más.

Todo se tornó un poco más insoportable. La calidez del cuerpo de Alexander aunado al halo de la fragancia Hérmes decorando su cuello, solo terminaron por inducir más ganas de perderse entre sus brazos y no despertar hasta el día siguiente.

Sin embargo Sooran se aferró a la lucidez y por segunda ocasión sacudió la cabeza intentando también despejar la mente. Claro que no esperaba que al terminar dicha acción y volver a posar los ojos al frente, Kim Namjoon estaría observándola con curiosidad y evidente diversión marcada en una suave pero insípida sonrisa. Esto no duró mucho. Al instante, él alzó una ceja desvirtuando el comportamiento poco centrado de la chica y regresó la vista al hombre de cabello entrecano al frente de la sala.

— ¿Y tú conoces a toda esta gente? — Dijo hacia Alexander. Su voz sonó un poco más fuerte de lo que había esperado.

— Silencio. — Reclamó el anciano olor a tabaco.

Who are you? ~ KNJ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora