Love On The Brain

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La razón por la que me abracé de nuevo, no fue necesariamente gracias al gélido, casi espectral clima que rondaba la madrugada. Al cruzar los brazos, la voz lejana, firme y severa de Namjoon tras el auricular, me hizo pensar una y otra vez si es que esa llamada de auxilio era tan urgente como quería verlo.

Y aun si mis suposiciones eran correctas, ya no tenía sentido retractarme: Hiroshi llegaría por nosotras en veinte minutos o menos. Todo dependía si Namjoon insistía en acompañarlo o no.

Recuerdo que la primera vez que escuché la voz de Namjoon, fue en la librería. Aquella tarde, a pesar de jamás haberme preocupado demasiado por mi maquillaje o aspecto para agradarle a los demás, retoqué mis pestañas y llevé el sobrante de labial a mis mejillas con el único propósito de verme un poco más viva, bonita... y siendo ambiciosa, incluso pretendiendo ser atractiva; tenía puesta esa horrible playera polo de color chillante y unos holgados jeans azules que no le hacían justicia a mis piernas ni a mis caderas pero, curiosamente, con un poco de seguridad coloreando mi piel casi traslúcida, sentí que todo me era posible.
Sin embargo, esa madrugada no tuve al alcance una precaria cosmetiquera con artículos comprados al azar que pudieran respaldarme. Éramos únicamente yo, mi rímel corrido, un vestido que cubría solo lo escencial en mi cuerpo, esa poca capacidad para controlar mis emociones cuando estoy ebria, y la certeza de que jamás podría olvidar el rostro de Namjoon -si es que hacía acto de presencia- en cuanto me conociera en la peor faceta. No tenía al alcance un labial que pudiera dar color a toda la inseguridad, vulnerabilidad e impaciencia que reflejaba mi rostro aquella noche.

No había más opciones: Con el dorso de mis dedos índice limpié los restos de rímel corrido bajo las pestañas inferiores, utilicé una gruesa y porosa servilleta para limpiar el brillo de mi frente y mordí mis labios vigorosamente en un intento por darles un poco más de vivides.

Aunque el chico no nos había permitido el acceso a la tienda, de alguna forma se apiadó de nuestras piernas colocando dos sillas y una mesa con el propósito de resguardarnos un poco más del frío. Y creo que solo hasta ese momento, en el que enfrenté la quietud de la calle silenciándose segundo a segundo, pude escuchar mis propios pensamientos: Cada uno de ellos iba desde Alexander, la boda, el vestido, la resaca que tendría en unas horas y al final de todo, predominando, Namjoon. 

— ¿Les puedo traer algo? — Preguntó el encargado a los pocos minutos, cuando quizá escapó un momento del circuito de las cámaras de seguridad que lo abordaban o tal vez, simplemente le importaron muy poco. Entreabrí los labios para negarme pero el chico fue más rápido. — Yo invito, no hay problema. 

— Me gustaría un cigarrillo. — Acepté. — El que sea está bien. 

Volteamos hacia Miah, quién aun seguía con un alto índice de alcoholemía en sangre. Tarareaba una canción que habían puesto en el bar horas antes, no fui capaz de recordarla, pero me sonaba muy familiar al punto más eufórico y memorable de la noche. 

— ¿Puedo pedir un café americano? 

— ¿Solo eso?

— Sí, muchas gracias. 

Él desapareció tras la puerta y con ello, también apareció en contraste, el innecesario ímpetu por hacer un recuento exacto de lo que había sucedido. No nos esforzamos mucho porque a los pocos minutos llegó el chico de nuevo con un café caliente, dos botellas de agua y una cajetilla de cigarros con encendedor incluido. 

— Le gustaste a Yohan. — Mascullé hacia ella, captando casi por completo su atención. 

— ¿A quién? 

— Al chico con el que bailaste. 

— Ah, con que se llama Yohan. — Sonrió después de dar un cuidadoso sorbo al vaso de café, dejando la marca de sus labios rojos en él. ¿Cómo era humanamente posible verse así de bien incluso en su momento más bochornoso? Su negro cabello seguía intacto, de hecho, no había nada que delatara su estado más que los ojos adormilados y la evidente incapacidad por mantenerse de pie por sí misma. — Es lindo.

Who are you? ~ KNJ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora