27. Una vida se acaba

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Camilo

Iba caminando por los pasillos desesperado por ver a Monica.

-Señor, esta es la habitación. Hay dos policías adentro.

-Lo se, no se preocupe.

-Tiene 5 minutos, no más.

-Esta bien.

Entré a la habitación y la ví ahí en la cama dormida. Se veía tan vulnerable. Si no la conociera pensaría que de esta no iba a salir. Pero se que esto es literalmente nada comparado con toda la mierda que le ha tocado vivir.

-¿Pueden salir y quedarse en la puerta? -Les pedí amablemente a los oficiales.

-Esta bien.

Una vez los ví salir mi primera reacción fue arrodillarme y agarrarle la mano.

Amor mío... Tu sabes cuánto te amo. Llegaste a mi vida a volverla un caos, pero para mí es hermoso por qué estoy contigo. Yo sé que probablemente estás cansada de luchar. Te han pasado demasiadas cosas y entendería si te quieres ir...

Las lágrimas salían de mis ojos sin poder controlarlas.

Pero... te pido por favor una última lucha. Te necesito...

La gente siempre dijo que eres un ser de luz... Y no se equivocaron. Eres la mujer mas increíble que conozco y con la que quiero pasar toda mi vida.

Si te confieso algo... Me atrevo a decirte todo esto por qué no me estás escuchando por qué se lo cursi que es todo lo que te digo. Pero es lo que siento. Así de cursi es el amor que te tengo.

Y justo eso te pido. Déjame curar todas tus heridas con cursilerías y amor.

El doctor abrió la puerta y me interrumpió.

-Ya pasaron los 5 minutos joven.

-Si, ya salgo.

Me quité mi dije y se lo puse a ella.

Aquí te dejo esto para que no te sientas sola y sepas que ahí estoy contigo...

Me acerqué a su frente y le dejé un beso mientras acariciaba su cabello.

Te amo.

Salí de la habitación y los oficiales volvieron a entrar.

Yo fui camino a la sala junto con la familia.

-¿Se sabe algo más? ¿Ya hablaron con mi suegra?

-Todavia no se sabe nada. Mi mujer, Regina y tú hermana vienen de camino.

-Bien.

Me senté y Karen, la policía, me extendió la mano ofreciéndome un café. La verdad lo necesitaba después de todo el día que hemos tenido.

-¿Y tú cómo viste a mi hijastra?

-Esta dormida... No hay mucho que pueda decir. Pero ella estará bien.

-Eso espero.

Llegó Adolfo de repente con una cara no muy esperanzadora.

-¿Ya hablaron con Regina? Urge que esté aquí.

-Si... Vienen de camino.

-Bien, espero que se apuren.

-¿Paso algo?

-Se analizó a Daniel y... Se llegó a la conclusión de que tiene un aneurisma, se necesita intervenir lo de inmediato.

-¡Pues intervenganlo de inmediato!

Guerra Y Amor (La doña 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora