Capítulo 6

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—¿De qué hablas? ¿Por qué no irás? —preguntó el rubio muy preocupado.

Joe suplicó a su jefe con la mirada, unos segundos de permiso, por lo que este asintió con la cabeza con ternura. El chico tomó la mano de Ben y lo llevó fuera, lejos del ruido urbano. Una vez solos, Joe miró hacia el piso y comenzó a jugar con sus dedos muy nervioso sin saber qué responder.

—¿Qué pasa, Joe? Habla, me estás asustando.

—Yo... no pude conseguir el dinero suficiente.

—¿Qué?

—Ben, soy pobre —levantó la mirada y sus ojos conectaron—. Intenté trabajar para ganar dinero y poder viajar contigo, pero dos semanas no fueron bastas, lo siento.

Ben permaneció unos cuantos segundos callado, era cierto, él le había invitado, mas nunca pensó en su situación y en cómo conseguiría el dinero el pobre muchacho, todo por pensar que, por el hecho de estar rodeado de gente rica, todo el mundo sería igual, sin embargo, no todo era color de rosa como la vida de Ben. Al notar que Joe soltó un sollozo y cubrió su rostro para que no lo viera llorar, supo que debía decir algo.

—Ya sé que de seguro arruiné tus planes, lo siento, mi maldita pobreza nunca permite que me divierta, lo lamento tanto.

—Ey —Ben tomó sus muñecas y retiró lentamente las manos del rostro del muchacho, dejando al descubierto su rostro empapado en lágrimas—. Admiro mucho la responsabilidad que adquiriste frente a esto, fue mi culpa invitarte sin recordar tu situación, es que me caíste tan bien que ni siquiera lo recordé.

—Lo sé, Ben, pero debí decírtelo antes, ahora tendrás que buscarte otro compañero.

—Yo no quiero otro compañero —le sonrió levemente—. Yo quiero ir contigo.

—Pero, ¿cómo?

—Yo... te pagaré el viaje.

Los ojos de Joe se abrieron de par en par, ¿había escuchado bien? ¿Ben sería capaz de tomar tal responsabilidad solo por él? Debía ser alguien tan especial para el rubio que llegaba a ese extremo. Por un segundo el pelirrojo se sintió querido y valioso.

—¿Me-me pagarás? —preguntó sumamente avergonzado.

—Claro que sí, Joe. En serio quiero que vayas, además, tómatelo como un agradecimiento por haberme salvado la vida días antes.

Los ojos del pelirrojo se iluminaron y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro, soltó un pequeño grito y corrió hacia el rubio para abrazarlo, Ben levantó los brazos levemente, se sentía algo incómodo ya que nunca había recibido tal muestra de cariño de un hombre, menos de un amigo.

—¡Ay gracias, gracias, gracias, Ben! ¡No sé cómo agradecerte!

—No es nada, tú tranquilo, solo quiero que la pasemos bien, ¿ok?

—¡Claro que sí! —ahora lo abrazó más fuerte.

—Ya, Joe. Me vas a... romper los huesos.

—Ups, perdón —se retiró de ahí con timidez—. Entonces, ¿qué debo llevar?

—Cosas sencillas: ropa de playa, es decir ligera, protector solar obvio, traje de baño, chanclas y bueno tus artículos de limpieza y algo adicional que desees llevar, ¿tienes todo?

—Ammm... ¿mi ropa interior con agujeros cuenta como traje de baño?

Ben soltó una risita.

—Diablos, supongo que alguien necesita ropa nueva.

—Bueno, tengo diez euros que gané, con eso podemos comprar un short...

—Yo pago, Joe.

—¡¿Bueno a ti te salen billetes por el trasero o qué?!

We're millionaires (Hardzzello) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora