We're millionaires (Hardzzello) / Precuela de Dos Tontos Y Un Bebé

Capítulo 32

—Bennyyyy —escuché un susurro a lo lejos—. Despierta, pequeño dormilón.

Abrí mis ojos y lo primero que vi fueron los preciosos ojos de Joe asomándose sobre mi cama, estos se achinaron al ver que desperté, se notaba claramente que estaba sonriendo, aunque no podía verlo.

—Buenos días —susurré aclarando mi garganta—. ¿Qué pasó? S-son las seis de la mañana.

—Es que quiero que veas algo —entonces me enseñó su laptop con mucha felicidad.

Me acerqué a la misma entrecerrando mis ojos e intentando leer la pantalla con algo de esfuerzo, porque no traía mis lentes puestos. Entonces la felicidad me abrumó al ver el vídeo de Joe en YouTube con más de diez mil visitas, tres mil likes y mil suscriptores.
Abrí ligeramente mi boca y vi a Joe sonriendo tras la pantalla, en seguida dejó de lado la computadora y se lanzó contra mí para abrazarme y llenar mi cara de besos.

—Bennyyyy, lo estoy logrando.

—Te dije que lo harías —le susurré al oído y besé su mejilla—. Estoy muy orgulloso de ti, venciste el miedo a ser juzgado.

—En realidad no, eliminé los comentarios de hate.

—Nadie debe odiar a una criatura tan linda como tú, ¿oíste? —besé sus labios mientras reía—. Vas a ser grande, Joey, ya lo verás.

—Te amo, Benny —mi estómago se revolvió al escuchar esas palabras.

—Y yo a ti, Joey —sonreí al decirlo, porque era verdad, lo amaba, estaba muy enamorado de él—. Ya ve pensando en tu próximo vídeo.

—Obvio, hablaré de las ocho maravillas del mundo y en primer lugar estarás tú.

—Eres un tonto —reí mientras lo besaba—. Oye.

—Dime —me sonrió.

—¿Crees que debería postular para ser presidente del consejo estudiantil?

—Tú el presi y yo el vice, gobernación masculina.

—¿Estarías dispuesto a ser vicepresidente? Mira que es muchísima responsabilidad...

—Lo haría solo para pasar más tiempo contigo.

—Awwww, qué lindo eres, te amo —lo volví a besar—. Entonces nos postularemos juntos.

De pronto, se escucharon unos golpes escandalosos en la puerta.

—Bennyyyyy —al escuchar esa voz chillona tuvimos que separarnos de golpe.

—¡¿Qué hacemos?! —chilló Joey en un susurro.

—¡Subiré a tu cama! —entonces salté a la escalera.

—¡Sube tú! ¡Yo no voy a abrirle a tu novia! —tiró del cuello de mi camisa para bajarme al piso.

—¡Deja la ahorcada para la noche! —dije recuperando el aliento—. ¡Mueve el trasero y sube! —con mis manos lo empujé del trasero para que subiera más rápido.

—¡¿Benny?! —se escuchó nuevamente la voz de Kat—. ¿Estás ahí?

—¡Sí, ya voy! —pegué un último empujón a Joe y corrí a la puerta, sin embargo, no me di cuenta de que tiré la escalera por error y dejé a Joey colgando desde la cama.

—¡Benny...! —su grito fue interrumpido cuando abrí la puerta.

—¡Holaaaa! —simulé emoción y ella me abrazó.

—Ben... —la voz de Joey detrás de mí.

—¡Te he echado tanto de menos, bebé! —exclamó Kat y me besó, no le seguí el beso porque Joe estaba atrás mío colgando de la cama y a punto de caer.