We're millionaires (Hardzzello) / Precuela de Dos Tontos Y Un Bebé

Capítulo 17

Ben:

Sentí un leve movimiento del lugar en el que se encontraba durmiendo. Cuando abrí los ojos lentamente, experimenté el peor dolor de cabeza que algún día pude sentir, incluso podía percibir palpitaciones en su interior con solo concentrarme, el miedo se apoderó de mi cuerpo cuando vi una figura muy parecida a la de alguien que se me hacía familiar, no quería suponer que era Joe, pues era imposible, sin embargo, toda la noche había soñado con él.

Levanté un poco la cabeza y casi pegué un brinco al ver a Joe dormido. Desde ese ángulo, su nariz se veía sumamente perfecta, a pesar de que yo estaba debajo de él, pero podía apreciarlo con claridad, sus brazos rodeaban mi cuerpo y mi cabeza reposaba sobre su pecho.

Mi respiración comenzó a agitarse, intentaba calmarme para no salir corriendo y encerrarme en el baño, pero ¿de qué me servía? De todos modos, debía afrontar la realidad.

Decidí dejar de preocuparme y cerrar los ojos otra vez para dormir e ignorar el dolor de cabeza por lo menos durante unos minutos hasta que Joe despertara y pudiéramos hablar. Pero ¿qué hacía Joe en mi cama y sobretodo abrazándome sin mi consentimiento? ¿No sé suponía que ambos estábamos peleados por...?

Dios mío, rogaba en mi interior que no hayamos hecho nada malo, el estar aquí sobre su pecho me hacía pensar cosas muy turbias y descabelladas, mi imaginación era poderosa cuando quería y en este momento estaba funcionando muy bien.

Entré en pánico en cuanto percibí movimiento, por lo que cerré los ojos asustado y simulé estar dormido. Escuché sus bostezos y suspiros, mientras me decía a mí mismo que debía controlarme para no bostezar junto a él. Mis nervios aumentaron en cuanto sentí que su mirada estaba posada en mí, sé que estaba con mis ojos cerrados, pero mi instinto era muy grande en este momento.

Una risita por parte de él se hizo presente, cosa que me dejó frío.

-Sé que estás despierto.

Maldita sea.

Con mi cuerpo temblando por los nervios que sentía a causa de su voz, levanté torpemente mi cabeza, sintiéndome un completo idiota al hacerlo, me imaginaba que mi cara no era la mejor en estos momentos.

-Ho...la -apenas pude pronunciar y me separé de él mientras miraba hacia otro lado.

-Hola, pequeño borracho -musitó riendo.

-¿Q-qué pasó ayer? N-no entiendo, ¿q-qué haces aq-quí?

¡Maldita sea soy patético! ¡No tiembles, Ben! ¡No - tiem-bles!

-¿No te acuerdas de nada? -esa sonrisa patética no desaparecía de su rostro, quería golpearlo.

-No, ¿qué hice?

-La verdadera pregunta es: ¿qué no hiciste?

La sangre se me heló.

Cada detalle, cada acción que había hecho ayer me llenaban de decepción conmigo mismo. Después de escuchar todo lo que me contó Joe, pude asumir que lo había hecho por despecho y por el simple hecho de que me gustaba la sensación de estar mareado gracias al alcohol, sin embargo, esta vez no fue tan bonita la sensación, el dolor de cabeza me estaba matando.

-Discúlpame -hablé de pronto, nos encontrábamos de camino al patio mientras las cocineras preparaban un par de tazas enormes de café negro para la resaca de ambos-. Quiero decir, después de cómo te traté, aun así limpiaste mi vómito.

-Descuida, he tenido un montón de borracheras, estas cosas ya no me dan náuseas.

-Lo siento -hablé poniéndome rojo, al menos eso pensé porque sentí mi piel caliente-. Me muero de la vergüenza contigo, me cuidaste mucho, gracias. Quién sabe y moría ayer gracias a mis chistecitos.