We're millionaires (Hardzzello) / Precuela de Dos Tontos Y Un Bebé

Capítulo 38

—¿Quieres comer algo? —la pregunta de Joe desvió mis pensamientos.

—No tengo hambre —susurré mirando la ventana y él detuvo el auto para mirarme preocupado.

—¿Qué pasa?

—Nada.

—Benny —levantó una ceja.

—Ah, bueno... tengo miedo, es todo.

—¿De?

—Mis padres despertarán mañana y no me encontrarán, irán a buscarme por cielo, mar y tierra...

—¿Tienes dinero?

—Sí, traigo mi tarjeta.

—Compremos un par de vuelos ahora y vámonos a donde sea.

—No se puede, todavía no soy mayor de edad, necesito que un adulto lo haga por mí, mis padres lastimosamente me controlan tanto que no tengo permitido salir del país así no más.

—La única salida es quedarnos en la cabaña —giró y se recargó sobre el volante.

—Mis padres me encontrarán.

—Nah —negó con la cabeza haciendo una mueca—. Tardarán mucho en buscarte en la ciudad, no creo que vayan justo a la cabaña que está en medio de la nada.

—¿Y si van? —lo miré asustado y con mis ojos cristalizados, él sonrió de inmediato.

—Cielo, no llores —rio y me atrajo a su pecho.

—Es que tengo mucho miedo, regresemos...

—¿Quieres vivir una vida donde te obliguen a casarte con Katriona y yo termine siendo tu amante? Bueno, puedo volverme lechero y así ir todos los días a tu casa para darnos una escapadita.

—No, Joey, ser infiel no está bien.

—Hacer algo que no quieres porque tu familia te obliga tampoco —tomó mi rostro y me miró—. ¿Quieres ser infeliz toda tu vida? Mira, por mí no te preocupes, si quieres volver para no asustar a tus padres, volvamos, pero tendrás que afrontar las consecuencias, a mí ya no me verás, y por lo sano deberíamos terminar con lo nuestro. Me va a doler siempre, pero tranquilo, con el tiempo lo superaré y de seguro seguiré soltero o me casaré con alguien pensando aún en ti —dijo encogiéndose de hombros, sin embargo, sus ojos delataban dolor.

—Pero no quiero dejarte —las lágrimas empaparon mi rostro—. Sin embargo, tengo miedo de que algo malo te pase por culpa de mis padres, tienen tanto poder que podrían hacerte cosas inimaginables, se podrían meter hasta con tu familia, te podrían meter en la cárcel y yo no quiero eso para ti. Amarme de la forma en que nos amamos implica muchos riesgos y mil veces preferiría verte a salvo antes de mi felicidad.

—Cielo, luché contra dos ladrones más grandes que yo para salvarte de ellos y que no te mataran, puedo con tus padres o cualquier problema que se nos atraviese solo para verte feliz —dijo acariciando mi rostro—. ¿Estás dispuesto a correr el riesgo? Prometo protegerte hasta mi último respiro.

—Cállate —sollocé y me lancé a sus brazos—. Lo dices como si en el futuro fueses a morir. Tú y yo vamos a estar juntos hasta que nuestras pieles estén muy arrugadas y tengamos muchos hijos.

—Perros, la palabra hijos me aterra.

—Como sea —me separé de él—. Vámonos, quiero estar contigo, si mis padres nos encuentran veremos la forma de huir.

—¿Seguro?

—Sí —pronuncié y él sonrió mientras tomaba mi rostro.

—Lo vamos a lograr, ¿sí? Estaremos juntos hasta que nuestras pieles estén muy arrugadas.