Capítulo 22

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Las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos.

Ni siquiera podía moverme a causa de la impresión. Mi mano se encontraba sobre mi boca y la otra sostenía el papel mientras temblaba. Era algo irreal, algo que jamás creí que me pasaría. Ben está completamente loco o en verdad me quiere mucho como para hacer esto por mí.

No, no, no. Jesús, ayúdame.

—¿Joey? —dijo él preocupado ante mi silencio interminable.

No pude responder, simplemente me limité a tirarme al piso de rodillas y comenzar a llorar sobre mis manos. De inmediato sentí su tacto sobre mi rostro.

—Joe... no llores, tranquilo —dijo soltando una risita.

—¿Por qué haces esto, Benny? —dije mirándolo con los ojos llenos de lágrimas—. No soy nadie para merecerlo.

Entonces tomó mi rostro con ambas manos y juntó nuestros labios en un lento beso, sin embargo, no pude evitar sollozar sobre su boca.

—No quiero que vuelvas a decir eso, ¿sí? —susurró a unos centímetros de mis labios—. Eres la persona más importante para mí y con tenerte a mi lado me basta.

—Pero es muchísimo dinero, no puedo aceptarlo.

—Pues qué pena, ya estás inscrito —me enseñó una sonrisa muy tierna y ladeó la cabeza—. ¡Vamos a estudiar juntos nuestro último año! ¡Nos graduaremos juntos! Y sobre todo, ¡estudiarás!

—Benny... —sollocé mientras me limpiaba mis lágrimas—. Te lo juro, en el futuro te devolveré todo lo que haces por mí, ¿sí?

—El dinero va y viene, Joey. No te preocupes en devolvérmelo.

—Bueno, cuando seamos esposos te puedo recompensar de otras maneras —comenté levantando mis cejas y él enrojeció.

—¡Joe! —chilló dándome un manazo.

—¿No piensas casarte conmigo? —pregunté haciendo un tierno puchero.

—Claro, pero apenas tengo diecisiete y tú dieciséis, tenemos un futuro por delante.

—Es cierto —me encogí de hombros, tomé sus manos y tiré de ellas para atraerlo hacia mí y abrazarlo—. Gracias, Benny. En serio, eres lo mejor que pudo pasarme, te quiero mucho.

—Basta, me vas a hacer llorar a mí también —dijo separándose de mí—. Yo también te quiero, Joey.

—Dilo otra vez —sonreí como un idiota.

—¿Qué cosa?

—Mi nombre —dije acercándome a sus labios.

—¿Joey?

—Exacto —entonces lo besé—. Adoro cuando me llamas así.

—Y a mí no me gusta que me llamen Benny, pero solo a ti te lo paso.

—Owww, me siento especial —hice puchero y lo besé delicadamente, sonreí al notar que cerró sus ojos para disfrutar el beso.

—¡¿Chicos?! —la voz de la madre de Ben hizo que nos separáramos de golpe muy asustados.

—¿Qué pasa, mamá? —preguntó Benny asomando su cabeza.

—La cena está lista, vengan a comer —y después de enseñarnos una sonrisa, entró muy alegre a su casa.

—¿Crees que nos vio? —pregunté respirando con pesadez a causa del miedo.

—Si nos hubiera visto estaríamos cinco metros bajo tierra —el miedo no desaparecía de su rostro—. Debemos ser más cuidadosos.

We're millionaires (Hardzzello) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora