X. TIEMPO DE CALIDAD

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Advertencia: Contenido sexual.

Sirius caminaba por los pasillos del edificio tomado de la mano con Brooke. Ya era tarde, así que la única iluminación que recibían era la luz proveniente de pequeños focos fuera de los departamentos.

De vez en cuando Sirius regresaba su mirada para sonreírle de manera cariñosa, ella gustosa regresaba el gesto.

El estómago de Brooke era removido por las mariposas que revoloteaban en su interior. Sentía calidez, cariño.

Cuando finalmente llegaron al departamento del Black, Sirius abrió la puerta y de inmediato se hizo a un lado para que la chica pasara.

Se dirigieron al interior de lugar. Ambos se sentían nerviosos, presagiaban lo que sucedería a continuación- Me gusta tu departamento, es cálido.

Sirius vio como la chica empezó a recorrer el lugar mientras observaba las obras en las paredes- Gracias, eres bienvenida cuando gustes.

-Te tomaré la palabra -Brooke notó una fotografía en la cual Sirius abrazaba a una mujer de manera cariñosa-. Linda foto.

Sirius notó a la mujer en la fotografía y de inmediato caminó hacia donde se encontraba la chica- Eh, sí. Fue hace mucho tiempo.

-Es linda -señaló a la mujer.

-Sí -Sirius se rascó la nuca-. Su nombre es Marlene.

-¿McKinnon? -el hombre asintió- Era amiga de mi mamá, solía decir que era la persona más honesta que alguna vez conoció.

Sirius sonrió- Demasiado, diría yo.

El hombre se alivió al notar que no parecía crearle ninguna reacción negativa el ver la foto, al contrario, la chica sonreía al verla- ¿Son cercanos?

-En algún momento lo fuimos -sonrió apenado-, pero a veces la gente toma caminos diferentes.

Brooke entendió el trasfondo del comentario, así que no presionó más y regresó la foto a su lugar.

-¿Por qué no me das un recorrido completo por el lugar? -sonrió Brooke.

-Claro -tomó su mano.

Comenzaron a recorrer el departamento, Sirius le contaba respecto a la historia de diferentes cuadros dentro del lugar. De vez en cuando se detenía y le regalaba pequeños besos, le gustaba mantener la mayor cantidad de contacto que le fuera posible.

Llegaron a una de las puertas dentro del lugar, Sirius se detuvo y la miró- Este es mi estudio, lamento el desorden que hay dentro.

La chica negó y le sonrió- Está bien, no voy a juzgar -hizo una x sobre su corazón-. Lo prometo.

Al Black le pareció tierno el gestó, así que solo le sonrió y procedió a abrir la puerta.

Dentro del lugar habían alrededor de veinte lienzos sin terminar, otros muchos sobre los muros y algunos acomodados de manera desordenada alrededor del lugar. Una cantidad inmensa de pinturas decoraban las mesas del lugar, junto a pinceles de todo tipo.

La obra que más resaltaba dentro del lugar era una pintura al óleo del que ella reconocía como Regulus Black, los detalles en la pintura eran tan precisos que parecía una fotografía.

-Wow -la chica lo miró-. Sirius, es increíble.

El hombre le sonrió- Gracias Brooke.

-Nunca te lo he preguntado -hizo una pausa- ¿Cómo supiste que esto era lo tuyo?

-Cuando éramos pequeños Walburga nos obligaba a tomar lecciones de diferentes tipos -Brooke lo miraba con atención-, francés, esgrima, pintura, entre otros. Cuando comenzaron nuestras lecciones de pintura rápidamente me enganché a estas.

Sinners | Sirius Black | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora