Matrimonio o Contrato (Ryan Gallagher y Tu)

Capítulo 24

14 días para la boda

La luz del sol entraba justo por la ventana de la habitación donde me encontraba, me moví levemente buscando tapar mi rostro para que el reflejo de la luz no chocará contra mis ojos. Sentía un leve peso sobre mi cintura, abrí mis ojos y fue cuando lo ví, dormido abrazado a mi cintura. Entre en pánico cuando me di cuenta que estábamos en su habitación, pero no me moví en lo absoluto para no despertarlo. Recordaba lo que había pasado hace unas horas e intentaba acomodar las fichas de su actitud para descifrar sus intenciones, pero no lograba nada.

FLASHBACK

Estábamos en la puerta de su habitación, aún esperaba su respuesta a mi pregunta, sin imaginar que él, tomaría de la cintura y rápidamente entráramos a su habitación. Estaba en shock por sus rápidos movimientos.

T/n: que estás tratando de hacer.

R: nada que no quieras, ahora sal de mi habitación.

Me separé de él y tome la perilla de la puerta cuando sin aviso, las luces de la casa se fueron. Sentí un leve escalofrió y me aferre a la puerta.

R: hace mucho tiempo no había un apagón.

Me quedé totalmente en silencio, no lograba ver nada y mi celular se quedó sin batería.

R: sé que no te has ido de aquí.

T/n: podrías servir de algo y encender la linterna.

R: lo haría, pero no tengo el celular en la mano.

"Maldita sea mi suerte", eso pensaba cuando sentí su mano tomar la mía.

T/n: no me tortures así quieres?.

Estaba desesperada por salir de esa habitación, hasta que sentí su respiración muy cerca de mí.

R: quédate está noche y prometo que nadie se enterará de esto.

T/n: no lo haré, está claro que tienes intenciones extrañas y no soporto tu aroma a alcohol.

Era obvio que lograba sentir su respiración muy cerca y lo único que pensaba era en salir corriendo, pero como?, la casa está en total oscuridad y mi mente me jugaría una mala pasada si salía completamente a oscuras.

Sentí su corazón en mi espalda, era de pensar que me estaba tratando de convencer con un delicado abrazo, pero aún seguía dudando de él.

R: prometo no hacerte nada que no quieras, solo quédate está noche.

Sin pensarlo sentí un delicado beso en mi hombro que logro sonrojarme la instante y que mi cuerpo se debilitará. El tomo mis dos manos y sin separarse me guío hasta su cama, dándome a entender que él sabía perfectamente dónde quedaba.

Logramos llegar a la cama y nos acostamos juntos, tenía miedo de que algo sucediera, pero de nuevo tomo mi mano.

R: disfrute este día, agradezco que seas tú quien haya cumplido la primera cita sería que he tenido.

Me sorprendió al instante descubrir ese pequeño secreto. Por la oscuridad de la habitación no lograba detallar su rostro, pero algo si estaba claro, estábamos a centímetros el uno del otro. En un movimiento inesperado, tomo mi mejilla con su mano y dejo un beso muy cerca de mis labios. En mi cuerpo sentía como recorría lentamente una sensación que jamás había experimentado, poco a poco me dejaba de sus pequeñas y torpes caricias mientras mi cuerpo no reaccionaba. Cerré los ojos esperando a que dejara de besar mi rostro, cuando sus labios rozaron con los míos, rápidamente me separé y me aleje lo más que pude.