Con la arena bajo mis pies

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El sol me abrazaba la piel con suma suavidad, mientras que la arena arropaba mis pies, el viento se encontraba soplando mi cabello sin cesar y de fondo se podía apreciar Cool for the summer de Demi Lovato.

Esta mañana, al despertar Jade y yo, habíamos decidimos hacer un viaje a la playa, el viaje no nos demoró mucho debido al hecho de que estaba a unos 30 minutos de distancia.

Saqué de la mochila que traía una manta para estirarla en la arena, seguido de unas chucherías y lo más importante un libro. Me recosté en la manta mientras tomaba el libro, me alegraba el hecho de que la playa estuviese sin muchas personas, me daba una lectura tranquila.

- Stella - sentenció Jade - ¿acaso trajiste un libro a la playa?

- Te dije que te acompañaría, más no que no traería uno - la miré con inocencia fingida.

La verdad es que Jade siempre trataba de que tomara riesgos y saliera de mi zona de confort, su teoría era que paso tanto tiempo leyendo la vida de otros en lugar de vivir la mía, sé que tiene razón, pero me divierte llevarle la contraria algunas veces.

- Muy bien, tú quédate con tu libro que yo si planeo broncearme.

- Me parece bien.

- Joder - bufo al terminar de rebuscar entre sus cosas - dejé mis lentes de sol en el auto ¿tienes los tuyos?

- Los deje en casa - hablé concentrada en mi lectura.

- ¿Qué acaso planeas quemarte la córnea? - inquirió.

- Pensándolo bien, creo que es buena idea, no entiendo como fue que no se me ocurrió antes - me burle mientras que Jade soltaba un jaja sarcástico.

- Voy a buscar los lentes al auto.

Pese a que me encantan como lucen los lentes de sol, nunca he llegado a considerarme muy fan de estos, debido a que con ellos, la vista está cubierta de una capa oscura donde no llegamos apreciar la verdadera vista y las combinaciones de colores que se pueden llegar a formar en el cielo, dicho paraíso lo mantiene a ocultas tras un cristal.

Tome los audífonos y reproduje sweater weather the neighborhood, la considero perfecta para la ocasión, con ella de fondo, me adentre en mi lectura.

Pasado unos minutos noté que Jade estaba de regreso con sus lentes de sol, mientras daba pequeños saltos por la arena.

- Sin duda alguna venir a la playa fue la mejor idea, el clima está estupendo - comenté.

- Y la vista Stell... mira a tus 12 - giré para ver a que se refería, lo siguiente que me encontré fue con un chico castaño, alto, su abdomen bien trabajado con una piel muy bronceada debido al sol, parecía ser un guarda vidas.

- No tienes remedio - negué con la cabeza mientras volvía la vista a mi libro - deja de acosar al guarda vidas.

- Tú no eres la más indicada para hablar de acosadores - me señaló con el dedo de manera acusadora.

Auch, golpe bajo

- Mi diferencia es que yo no lo conozco - debatí.

- Con mayor razón, al pobre chico le deben de doler los oídos sin saber por qué.

- Eres malvada... tú ganas, pero ¿te le quedarás mirando cómo si fuese un postre o piensas hablarle algún día?

- No estoy segura - se debatía mirando hacia la nada - ya regresó - se levantó y salió corriendo a dónde el chico estaba.

- ¿Qué harás? - le grité.

- Voy a fingir una caída para que me salve, ¿entiendes? Eh eh.

- Estás loca - negué con la cabeza.

Between the Dreams and Between the StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora