Hambre.
[ ... ]
—¡Encontradlo! ¡Quiero que lo encontréis!
Los gritos de su jefe inundaban toda esa fría oficina.
Yoongi miraba el suelo fijamente mientras escuchaba los gritos, pero en algún momento sus ojos siempre se fijaban en la persona a su lado, su compañero y amigo.
Bogum mordía sus labios con fuerza y sus ojos parecían aguados, y se sobresaltaba levemente con cada grito, Yoongi podía notar lo mucho que se estaba esforzando para evitar contraerse con cada grito, pero sencillamente era muy obvio. Bogum siempre había sido así, Yoongi lo sabía. Lo sabía por qué de jóvenes cada vez que él le decía de hacer alguna travesura, Bogum se negaba escandalosamente y sus ojos se llenaban de lágrimas, pero siempre terminaba cediendo a lo que proponía Yoongi, cómo esa vez meses atrás donde Yoongi le dijo que se iban a deshacer de la mascota de su jefe.
Le dijo que no, que no lo haría, pero como siempre terminó cediendo a pesar de que era una mala idea, por qué lo era.
[ ... ]
Sus ojos se abrieron con pesadez, sintiendo algo de dolor al hacerlo.
TaeHyung reconoció el apestoso olor que entraba por sus fosas nasales y sintió arcadas al darse cuenta de que probablemente seguía en ese apestoso agujero, con esa... bestia.
Oh.
Tembló cuando recordó lo que había pasado la noche anterior, o las noches anteriores, porque no recordaba cuanto tiempo llevaba durmiendo.
Su cabeza estaba acurrucada en el pecho desnudo de aquel animal, sus brazos le rodeaban y sus piernas estaban entrelazadas, y de alguna manera sintió un extraño déjà vu,
recordaba haber estado así antes, en esa posición con alguien más.— ¡Aléjate de mí, animal! — Usando todas sus fuerzas, se incorporó y golpeó el abdomen del otro con su codo, haciéndole despertar y escuchando un grave quejido de su parte.
JungKook quedó sentado en el suelo con su mano cubriendo el lugar donde había sido golpeado con fiereza. No sabía desde qué momento sus alimentos se volvieron contra él y le golpeaban, pero le entristecía enormemente. Él solo quería comer.
— ¿Q-que haces? Aléjate. — TaeHyung arrastró su cuerpo hacia atrás, tratando de huir cuando vio a aquella bestia acercando su mano hacia él. Deseaba alejarlo, golpearlo y huir, pero llevaba días sin comer y las heridas en su cuerpo lo dejaban debilitado, su garganta estaba desgarrada de todos los gritos de ayuda que había exclamado y podía sentir el sabor metálico en su boca juntándose con su saliva cada vez que hablaba.
— Comida. — Pronunció el de cabello largo y negro. Esa era una de las pocas palabras que se sabía y la única que le interesaba realmente.
Las ásperas, sucias y rasguñadas manos de aquella bestia se posaron en la mejilla de aquel chico rubio que había caído desde arriba días atrás y había ajetreado la vida de aquel animal.
Cuando sus dedos tocaron la herida en la mejilla de TaeHyung, hurgando haciendo brotar sangre fresca, el rubio estuvo seguro de que sería comido vivo en ese momento.
— ¡No!— Otro golpe. TaeHyung le golpeó con sus débiles manos en el abdomen una y otra vez, golpe tras golpe, dejando arañazos de por medio. Pero él era tan débil, en mente y en cuerpo. Es por eso mismo que no pude hacer nada cuando el cuerpo de la bestia se ciñó sobre él y le cubrió completamente, tenía su cara pegada al pecho del otro mientras sus manos seguían pellizcando la piel de sus brazos, aunque eso no lograba reacción en JungKook.
— Comida. — Las manos curiosas no se detenían en el camino, acariciaban y estiraban la piel de las mejillas de TaeHyung quien sollozó avergonzado y asustado. — Mi comida. — Apretó entre sus manos el rostro de su alimento con brusquedad, la agitaba y no despegaba sus oscuros ojos de aquel rostro blanco ahora cubierto de tierra.
— ¡No! ¡Para ya!— Exclamó desde el fondo de su desgarrada y herida garganta TaeHyung cuando JungKook hundió su cabeza él su cabello rubio, sintiendo este babearse y abrir su boca de forma rara. — ¡No puedes comer eso, déjame!
Él gritó dejó tan aturdido a la bestia que se apartó cohibido, cubriendo sus propios orejas con sus manos. Esos escandalosos sonidos le hacían enloquecer totalmente.
No sabían exactamente qué pasaría después de ese momento, quizás TaeHyung se abalanzaría hasta JungKook y cumplía su deseo de estrangularlo, o quizás la bestia se cansaba y se desprendía sobre su víctima, clavando sus largas uñas en el abdomen del rubio y abriéndole en canal, dejando que el calor de la sangre le inundándose una vez más en ese agujero solitario.
Quizás eso es lo que hubiera pasado si el agujero no se hubiese abierto repentinamente, dejando caer algo antes de volverse a cerrar rápidamente.
Los dos únicos habitantes del agujero se quedaron quietos y callados, asimilando lo que había pasado. TaeHyung con la cabeza llena de angustia, deseando gritar que lo sacaran de aquí y JungKook curioso sobre lo que había caído. Pues desde que lanzaron a TaeHyung en el hoyo hace días nunca habían vuelto a tirar nada más. Y él tenía hambre.
Era un cerdo, uno muerto. Era pequeño y su cuerpo estaba estallado contra el suelo de piedra, su cuerpo estaba lleno de algo que no podías diferenciar si eran tripas o excrementos del cerdo.
TaeHyung deseo gritar, de verdad, pero sus ojos no se despegaban de aquel animal y se sintió repulsivo cuando sintió la saliva empezar a acumularse en su boca. No sabía como, pero sus ojos empezaban a ver a ese cerdo estallado como el mejor plato que había presenciado jamás.
Llevaba días sin comer, no dormía y sus heridas taladraban su cuerpo de dolor. No se culpaba, no era raro que quisiese comer ¿No?
Observó como JungKook no dudaba y hundía sus manos en la barriga del cerdo, justo como si metiese las manos en un suave pastel. Lo miro comer de manera desenfrenada y brusca, llevándose todo del cerdo a la boca sin mirar ni siquiera que parte era.
TaeHyung estaba estático sentando en el suelo mientras lo miraba, y pensaba que lo devoraría todo hasta que vio a JungKook detenerse y mirar hacia el de una forma que no supo interpretar.
La bestia no despegaba sus ojos de aquellos ojos claros, soltó la carne entre sus manos y arrastró aquel cerdo, o lo que quedaba de él hacía su comida. Un escalofrío. TaeHyung le entendió, quería que se lo comiera.
Y entonces empezó a llorar, por qué realmente quería comérselo, pero estaba tan asustado, tan asustado.
La bestia se levantó de piso y se colocó tras TaeHyung, agarrando su cuello desde atrás y con la otra mano tomando del piso algunos trozos de carne y viseras, estrujándolas hasta hacerlas puré y después dirigiéndolo hacia la boca de TaeHyung.
Pegó su pecho en la espalda de TaeHyung dejando que se recostara en él y metió un dedo en la boca del rubio, obligándolo de forma delicada y pacífica a que abriera la boca. Y TaeHyung agradeció de forma interna lo que esa bestia estaba haciendo.
Cuando aquella masa de vísceras y sangre se metió en su boca en la boca de TaeHyung, la bestia tapó rápidamente con la palma de su mano la boca de TaeHyung, porque sabía lo que pasaría, por qué a él también lo había pasado la primera vez que comió eso.
Las arcadas llegaron y lo que entró en su estómago intentó salir de nuevo con rapidez, pero la mano de JungKook no lo permitió, haciendo así que TaeHyung probara aquel manjar que lo mantendría vivo durante el tiempo que pasara en ese hoyo, con él. Con la bestia.
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「 BODY 」kookv.
FanfictionJungKook es una bestia, un horrible monstruo. Es ese el motivo por el cual vive un un sucio agujero bajo tierra, agujero el cual solo se abre en la superficie para dejar caer su alimento, partes de cuerpos humanos. Pero JungKook no esperaba que uno...