3

3.9K 505 18
                                    

Palabras.

Ayuda.

Esa era la única palabra que JungKook había estado escuchado durante las próximas horas. No entendía el significado, no sabía pronunciarla, tampoco escribirla, solo sabía que no quería escucharla nunca más. El chico rubio había estado en posición fetal susurrando continuamente esa palabra, entre algunas otras palabras que no entendía. Al principio su tono de voz era desesperado y desgarrado, pero con el paso de las horas se trasformaron en susurros. Susurros que hacían desesperar a JungKook.

— ¿Vas a comerme...v-verdad? — Las palabras salieron rotas, mostrando nada más que pura desesperación. Sonaba rendido, casi habiendo aceptado que no duraría mucho vivo.

JungKook se asustó ante la voz del otro, todavía no se había acostumbrado a los sonidos. Todo estaba oscuro, no le veía muy bien, pero aquella opaca luz le hacía poder identificar los movimientos ajenos.

No supo cómo responder, principalmente porque no entendía lo que le estaba diciendo, así que solo hizo un movimiento extraño con la cabeza que expresaba su confusión.

— Claro... vas a hacerlo. — Murmuró, mirándolo de una forma que hizo que JungKook se sintiera extraño, él conocía esa mirada, los pocas personas que había visto en su vida no las recordaba, pero esa mirada... como si fuera alguna especie de monstruo.

No entendía, no entendía, no entendía.

Pudo relajar su cuerpo cuando todo volvió al familiar silencio y el otro no emitía palabra alguna. JungKook se sentía pacificó con la idea de que esos sonidos molestos se apagaran, pero su calma no duró demasiado, pues todos sus músculos se tensaron cuando observó como el cuerpo se ponía de pie con debilidad y miraba hacia arriba, hacia el gran trozo de madera que cubría el hoyo.

— Tengo que salir de aquí... —

[ ... ]

— Si el jefe se entera de que mandemos a su mascota al agujero del monstruo, estamos muertos. —Exclamó Bogum mientras deslizaba los guantes de látex ensangrentados fuera de sus manos, arrojándolos lejos y sintiendo el frío de la sala saludar a sus manos desnudas.

El olor a sangre al principio era insoportable, los primeros días trabajando en ese lugar vomitaba cada día sin poder resistirlo. Pero ahora ese olor era a lo que estaba acostumbrado, junto a los incómodos gritos de los cerdos cuando los cuchillos cortaban sus cuerpos.

— Íbamos a estar muerto de todas formas si no hacíamos algo. —Escupió Yoongi. Sus manos agarrando con fuerza el palo de la fregona mientras trataba de limpiar los charcos de sangre del día de hoy. — Tú ya sabes como estaba funcionando la situación¿No es así Bogum?

Yoongi no era un idiota, había cometido muchos errores desde que se unió a la fábrica, pero sabía que un error más y sería hombre muerto. Apreciaba a Bogum, lo hacía, se habían unido al mismo tiempo a la fábrica y habían matado incontables cerdos juntos, nunca pensó que limpiar sangre uniera tanto a dos personas.

Y así como Bogum era su amigo, este también era un idiota, alguien como él que dudara de cualquier acto que fuera en contra su moral o sus valores personales no duraría mucho en ese sitio.

—Claro que lo se Yoongi, pero él es...— No pudo acabar su frase, pues la mano de Yoongi agarró su cara con fuerza obligándolo a callarse, sabía que no debía hablar del tema, que no debía hablar de ese tema, pero no podía evitarlo, no cuando estaban haciendo tal atrocidad.

「 BODY 」kookv. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora