Aylin
Grito desesperada a Elias, mientras me doy durmiendo en contra de mi voluntad.
Noto las gotas que empiezan a caer en la cara, junto a mis lágrimas, con el viente soplando fuerte y colandose por mi pelo.
Y de golpe caigo de rodillas a los pies del árbol, con un sol deslumbrante directamente sobre mi.
Solo soy capaz de escuchar un pitido en mi cabeza.
Sigo mirando a mis manos, en el suelo, con la hierba y flores silvestres del verano.
Espera, ¿Qué?
-Mmmmm, ey - Escucho a alguien.
Sigo mirandome las manos, con la hierba y sus flores. Yo tenía las manos estiradas hacia Elías hace nada.
-¿En serio, le dices "ey"? ¿Que tipo de problemas tienes, Lale?- Habla una segunda voz.
-Pues algo habrá que decirle, no?
-No sé, mirarla, igual mi idea de que iba drogada no iba tan desencaminada...-
De golpe otra tercera voz habla.
-¿Queréis callaros?
Y es ahí, cuando levanto la vista.
Y por segunda vez: ¿qué?
Y sin poder evitarlo:
-¿Qué? - Me sale la pregunta antes de que pueda procesarla.
Ellos simplemente me miran sin saber que decir, yo en cambio me voy poniendo de pie como puedo, teniendo en cuenta que parece que hace años que no camino, me noto las piernas adormecidas. Lo estoy consiguiendo hasta que la rodilla me hace un ruido muy preocupante y estoy a punto de volver a estar sentada en el suelo.A punto.
El dueño de la tercera voz me agarra del antebrazo, firme. Y me doy cuenta de que es un chico de más o menos mi edad, pero tiene algo diferente, algo que no me encaja. Y ni siquiera me suena, ¿igual es de otro pueblo ninfo?
Y entonces habla.-¿Que hacía una ninfa desprotegida en medio de un claro enrredada a un árbol?
Y por tercera vez: ¿Qué?
Y me doy cuenta de una cosa. Me suelto de su mano, que ha dejado un rastro ardiendo en mi piel, me agarro al tronco del árbol para sostenerme bien.
Son tres chicos. Tres chicos. No puedo decir que son tres chicos ninfos, porque no lo son.Me pongo en guàrdia como puedo, ya que me cuesta mantenerme en pie.
-¿Qué coño sois y que hacéis aquí? -Siento mi voz áspera, como sino estuviese acostumbrada a usarla. Muy raro.
Los dos primero chicos en hablar antes siguen mirandome sin decir nada, hasta que el tercero y que me pone histérica que no pare de mirarme, abre la boca:
-Primero, tranquila, ¿Vale? Mira -Suelta del cinturón dos cuchillos grandes que no sé porqué no había notado antes y los deja en el suelo. -Lale, León, vosotros también, va- Les dice a los chicos. - Respondiendo a tu pregunta, somos, tècnicamente, brujos. -Se me pone toda la piel de gallina al instante. -Pero, no tenemos poderes, simplemente hemos nacido en el reino de los brujos, nosotros no somos como vosotros, no todos tenemos poderes.
¿Este es tonto o se lo hace? Sé muy bien que los brujos que nacen sin poderes están destinados a morir. Son un pueblo pequeño y selecto.
-Mientes. -Espeto.
Entonces se adelanta uno de los chicos que se había quedado atrás.
-Hola, mira, emmm, yo soy León, encantando- Me tiende una mano que ni por todo el dinero del mundo pienso tocar. Son brujos, por Dios. -Vale...- Se rasca la nuca y continúa - Sé lo que pensáis de nosotros, pero aunque nos veas con estos uniformes no somos los malos, aunque por desgracia, vivimos con ellos.
Y por cuarta vez: ¿Qué?
Y de golpe algo me golpea. El calor que noto. Es verano. Y tengo delante a tres brujos. Yo estaba aquí con Elías e iba a llover, primeras tormentas del invierno.
Me besó. Elías me besó. Y se fue.
Nos estaban atacando los brujos, estaban destrozando nuestro pueblo, estaban matandonos.Y Elías me dijo algo. Bueno, no a mi, pero sí para mí.
No.
No.
No y no.
Mierda.
Cabrón.
-¿En que año estamos? -Pregunto mirando directamente al chico que me ha sujetado y sigue sin apartar los ojos de mí.
-Es el 572.
Y por milésima vez: ¿Qué?
° ° °
¿Que pasará con estos cuatro?🌿🌿Por si hay alguien que me lee: tranquila o tranquilo! Actualizo muy rápido 😊
Grace🌿
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La Ninfa
FantasyUn reino. Dos pueblos. Separados por el odio. El pueblo Ninfa y Brujo. Especies distintas. Una guerra que lleva ya 60 años llevandose vidas. Ren. Un brujo no mágico cansado de lo que su pueblo hace a los Ninfa, una tarde cualquiera decide saltarse e...