Aquel hombre con cabello rubio y ojos grises, se acomodaba el pantalón, el zapato que aún le quedaba era de una marca de diseñador, su auto último modelo, seguía aparcado en el mismo lugar y un alfa suizo estaba tumbado en el suelo, con el resto de una maceta en su cabeza, incluso las flores rojas que estaban desparramadas en su cabello rubio, lo hacían ver aún más lamentable.
Phichit lo miraba en el suelo sorprendido, mientras su acompañante no paraba de hablar y reclamar derechos, los vecinos lo abucheaban, pidiéndole al omega que lo sacara de su departamento a patadas, mientras el pobre omega solo miraba, como Giacometti era ayudado por sus amigos a levantarse del suelo, no ponía atención a las duras palabras de reclamo que aquel hombre le gritaba, hasta que escuchó algo que lo hizo detener sus pensamientos - es un alfa ridículo y lamentable!, da pena y vergüenza!!, se ha fijado en el espejo?, acaso no siente pena de sí mismo?.
- Por qué debería de tener pena o vergüenza?!, es un alfa atractivo, un abogado exitoso, con una carrera prometedora, carrera que logró con sus propios medios, no estafando a los demás como tu!!, su cabello es rubio natural, no como el tuyo!!, que es el 710 de L'Oréal, el rubio cenizo profundo, que estaba en oferta la semana pasada, vergüenza deberías de sentir tu, no eres más que un presumido con un golpe de suerte y que además te huelen los pies!! - varios comenzaron a reír, incluso algunos comenzaron a gritar que se comprara un talco para pies más eficaz.
- Qué dijiste omega?.
- No me escuchaste?, hablé muy bajo?, lárgate imbecil!! - quiso sujetarlo del brazo, pero aquel alfa suizo, aún mareado con el cabello lleno de tierra y flores lo detuvo.
- Hasta aquí llegas amigo, el se llama Phichit Chulanot, es la persona que amo, no merece que le hables despectivamente, si le pones una mano encima sin su consentimiento, no seré respetuoso - Chris era determinante en sus palabras.
- Lo dice quien tiene flores en su cabeza?, que intimidante te ves - aquel hombre tentaba a su suerte, pero al ver el tumulto ocasionado, los policías intervinieron, desalojando a los chismoso y pidiéndoles a los alfas que fueran sensatos, el auto último modelo terminó arrancando, siendo manejado por un hombre molesto.
Al final Giacometti y sus amigos fueron los únicos que se quedaron, junto con un omega tailandes en silencio, algunos vecinos aún observaban desde sus ventanas, tratando de ser pudorosos.
- Phichit... Tu... Podrías? - Christophe aún en pie, con el poco valor que le quedaba, preguntaba con tristeza, suponiendo la obvia respuesta negativa que recibiría.
- Hay ocasiones en las que... Simplemente es mejor dejar las cosas pasar, fuiste importante, la persona que más amé, así que... Déjame quedarme con ese lindo recuerdo, quieres? - Phichit ya había tomado una decisión, los amigos del suizo suspiraron con tristeza, el alfa asintió con pesar.
- Entiendo y lo siento, creo que arruine tu cita.
- No era nada serio después de todo.
- OK... Yo... Creo que será mejor que no siga molestando, vámonos chicos... - todos asintieron, se despidieron del omega, ya con todo en el auto Emil sacaba las llaves para irse.
Christophe le daba una sonrisa al omega, con el poco valor que aún tenía, acarició su rostro - lo siento Chris... - le dijo aquel tailandes, el negó en respuesta.
- Yo soy quien lo siente... Siempre voy a sentirlo - ambos sonrieron, Chris dio la media vuelta, aun llevaba las flores rojas en su cabeza, se percató de ello, se quito las flores maltratadas y se las dio a Phichit - creo que estas te pertenecen.
- Si, creo que eran mis favoritas.
- Bueno... Adiós - Giacometti miró al cielo, se sacudió el cabello, caía tierra de el, comenzaron a caminar de regreso al auto, pensó que al menos pudo intentarlo, siguió sintiendo tierra en su cabeza, se quejó del dolor, logrando que sus amigos se detuvieran, miró su mano, no se había dado cuenta que parte de su ceja y frente comenzaban a sangrar - chicos... Si no fuera mucha molestia, podríamos pasar al hospital, creo que no me siento bien - aquel suizo cayó de rodillas al pavimento asustando a todos, sus piernas se habían dado por vencidas - chicos... Dios... Lo siento, creo que voy a desmayarme.
Un Phichit que ahora estaba asustado, escuchó todo con pesar, corrió sin pensarlo hacía el suizo, mirando la herida sangrante - Oh Dios, Chris!!, estas bien? - preguntaba con miedo, aquel alfa estaba tan pálido que daba miedo.
- Creo que voy a desmayarme Phichit, agarrarme fuerte, me voy a caer - Viktor y Otabek se acercaron a ayudarlo.
- Estas sangrando!!, Dios!!, vayamos al hospital!!.
- No quiero ser una molestia, ellos me llevarán - era ayudado a ponerse en pie, su semblante reflejaba dolor - creo que comienzo a sentirme algo mejor, iré a casa, no te preocupes.
- La herida tiene tierra, dejame curarla va a infectarse!!.
- No quiero causar inconvenientes.
- No lo harás, déjame curarte, déjame ayudarte - el omega comenzó a sostenerlo, parecía que las piernas del suizo eran de gelatina - tengo el botiquín dentro, vamos, yo te ayudaré, puedes caminar?.
- Creo que si, solo vayamos despacio.
- No se preocupen muchachos, yo me haré cargo - aquel omega agradecía, mientras ayudaba a Giacometti a caminar.
- Gracias chicos, les avisaré si necesito que alguien me ayude - los alfas asintieron, Giacometti hacia una expresión de dolor, pero aún con ello, les hizo un giño con su ojo izquierdo, ellos lo entendieron de inmediato, recordando que siempre había un plan b - lo siento tanto Phichit, siento que soy una molestia, pero aquella maceta si me dio muy fuerte.
- Lo siento tanto, no pensé que fuera a ser capaz de hacerlo.
- No fue su culpa, yo fui quien no debió venir, caminemos despacio, aun estoy mareado.
- Estas seguro que no quieres que te lleve al hospital?.
- No es algo tan grave, ya lo veras - la puerta del departamento se cerró, Viktor apretaba sus puños como los demás en un intento desesperado por no reírse.
Los tres que quedaban se subieron al auto, Emil arrancó y después de unas calles, cuando el semaforo estaba en rojo, comenzaron a reír sonoramente - ese imbecil, lo logró!!, es un gran actor!!.
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Una Noche Para Los Corazones Rotos
FanfictionUna noche cualquiera, 4 alfas se reúnen, como cada año, 4 alfas estúpidamente enamorados, que ahora desahogan su desdicha con alcohol... Aquello será suficiente?