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[-𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝕿𝖍𝖗𝖊𝖊-
-𝐒𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 𝐨𝐧𝐞-
𝕲𝖗𝖆𝖈𝖎𝖆𝖘?•
𝔗𝔥𝔞𝔫𝑘 𝑦𝔬𝔲?•]

Un leve destello de luz cegó mi vista, cubrí mis ojos con mi antebrazo para aminorar la luz, finalmente mi vista se acopló a la luz del lugar

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Un leve destello de luz cegó mi vista, cubrí mis ojos con mi antebrazo para aminorar la luz, finalmente mi vista se acopló a la luz del lugar.

¿No estaba muerta?
O quizás así es ser un muerto viviente...
Aún recuerdo que mi madre solía decir que las personas que antes habían sido se encontraban dentro de ellos, atrapados, sin avance ni retroceso alguno, simplemente atascados.

Sentí un cosquilleo en mis piernas, miré en esa dirección y ví un peculiar césped, la iluminación lo hacía ver amarillento, pero aún conservaba ese verde fresco.

-"Harper"

Una melodía conocida empezó a resonar en mis oídos, me giré en dirección a la voz y ví a mi abuela en el pórtico de su casa.

-"se hace tarde cariño, entra ya"

Intenté levantarme e ir en su dirección pero una réplica exacta mía un par de años menor corrió a sus brazos.

-"eh preparado tu favorito"

Ambas entraron en la casa, parecían no verme, caminé hasta la ventana que dejaba ver exactamente el comedor, era mi familia, reían juntos en la mesa...

Recuerdo bien esto, fue hace casi 4 años.

Una lágrima resbaló por mi mejilla al saber que nunca los vería de nuevo, corrí y abrí la puerta, quería abrazarlos a todos, pero en el momento en que entre aquella luz me volvió a cegar...

Abrí mis ojos lentamente, intenté levantarme pero me fue imposible, mi cuerpo estaba adolorido, giré mi cabeza un poco para ver dónde estaba, al parecer no había muerto...

Estaba en una cama, vaya hace tanto que no duermo en una, giré de más mi cabeza haciendo que un pequeño pañuelo cayera al suelo, intenté tomarlo pero una voz me alertó.

-vaya despertarte-no pude ver quién era ya que la luz que emanaba una ventana me segó unos momentos.

Por la voz de esta persona deduje que era un anciano, una vez pude ver mejor ví a un viejo, de unos 70 años quizá, su cabello era largo, blanco, tenía una gran barba, pero su rostro reflejaba confianza, cariño y una gran compasión.

-¿Dónde estoy?-dije reincorporandome en la cama.

-estas a salvo ahora-dijo recogiendo el pañuelo y colocandolo en una mesa.

Intenté alcanzar mi cuchillo, pero al no sentir este me exalté.

-¿¡dónde están mis cosas?!-dije alterada.

-tranquila, están en un lugar seguro, aquí ya no necesitarás tus armas.

-me largo-dije apartando la manta que cubría mis piernas, al intentar levantarme caí de nuevo en la cama-maldición-me quejé.

-tranquila, tienes un gran corte en tu pierna izquierda, me sorprende que hayas podido llegar hasta la puerta de este lugar antes de desangrarte y desmayarte, también tienes un corte en tu brazo derecho, cuando te encontramos tenías una alta deshidratación al igual que insolación, y ni hablar del golpe que te diste en la espalda, eres bastante fuerte niña.

-gracias, supongo.

-no hay de que, tu pediste ayuda y nosotros te la daremos.

-co-no pude terminar mi pregunta ya que entraron tres hombres más a la habitación, acompañados de la chica que había visto antes en la reja.

-bien despertó-habló un hombre más bien un chico se veía joven y parecía ser asiático.

-¿Cómo te encuentras?-habló la chica

-¿Qué más da como se encuentre?-habló un hombre de cabello largo con un chaleco de cuero.

-dejenla-habló un tipo de barba-bien ¿Cuál es tu nombre?

-¿Por qué debería decircelos? No los conozco, no se que me harán, no se si me mataran, finalmente no se puede confiar en nadie-el hombre de barba intentó hablar pero lo interrumpí-en fin yo sé que ustedes están en la misma situación que yo, ya que ustedes deben de desconfiar de mí al igual que yo lo hago de ustedes.

-vaya...-murmuró la chica.

-verás cuando te encontramos estabas mal herida, rodeada de caminantes, e inconciente cerca de la entrada, por suerte Maggie te escuchó pedir ayuda y aquí estás, soy Rick.

-Harper-dije sin más, ellos me miraron esperando algo más-Harvey, Harper Harvey...

-bien Harper, ¿Estás sola?

-sí.

-te haré tres simples preguntas y tendrás que contestarlas si te quieres quedar.

-créeme Rick, si quisiera quedarme hubiera tocado la puerta amablemente y suplicar que me aceptarán, pero yo estoy aquí por accidente y si pudiera dar un maldito paso, ya estaría lejos de aquí.

-¿Cuántos caminantes has matado?

-no lo sé ¿Por qué carajos los contaría?-el suspiró y me miró de nuevo-quizas más de 50 por ahí.

-¿A cuántas personas mataste?

Me quedé pensativa unos momentos recordando lo que había hecho y el cuanto daño había hecho...
No sabía si decirlo, pero si no lo decía sospecharía y me hecharian, pero quizás se la creyeran, es decir, ¿Como una niña podría matar a unas personas?
Pero quizá diría la verdad, distorsionada claro.
Eso sería lo mejor, o quizá jugaría con sus mentes.

-ninguna-hice una pausa-¿una?-todos me miraron asombrados-quizas dos, cinco, siete, quince, un millón ¿Acaso importa? Lo hecho, hecho está, ¿el maldito número importa?

-responde-dijo el otro hombre de cabello largo.

-bien, una que yo sepa.

-¿Por qué?

-¿por qué? no tuve de otra...

Eso... No era del todo verdad...

-¿aprobé?

-si, está bien, quizás puedas quedarte después de todo, no creo que seas peligrosa.

No sabes lo que dices Rick, si que lo soy, soy una beba que en cualquier momento puede explotar y destruir todo lo que la rodea...

𝕷𝖔𝖛𝖊 𝖔𝖛𝖊𝖗 𝖉𝖊𝖆𝖙𝖍 [𝒞𝒶𝓇𝓁 𝒢𝓇𝒾𝓂𝑒𝓈 𝓎 𝓉ú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora