Capítulo 33

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Wattpad me quitó las ilustraciones +18 del frutifantastico de Noah y Demian, por lo que si gustan verlas, el capítulo está disponible en Booknet y estaré viendo a qué otra plataforma subirlo para que puedan ver las deliciosas y zhukulentas imagenes que nos proporciona la bella y hermosa de Cherry41

Sin más, muchas gracias por el apoyo, disfruten de la lecutra.

Posdata: Ningún Demian sufrió maltrato en la realización de este capítulo, todo fue consentido y no es culpa de la autora que sus personajes no sepan lo que es la hidratación XD

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

La vida era extraña, cada persona podía considerar sus problemas como los problemas más grandes del mundo, pero pocas veces alcanzaban a darse el espacio para voltear a ver si es que alguien más tenía un problema mayor al personal, pero personas como Milo no tenían el derecho a ello, ni siquiera a considerar que sus problemas eran problemas.

—¿Milo?—lo nombró confundido el alfa que almorzaba con él, pero para sorpresa de todos, no se trataba de Nicholas.

—¿Disculpe?—cuestionó volviendo a su realidad.

—Te noto distante, ¿está todo bien?—preguntó dejando de comer al notar el semblante lúgubre que cargaba sobre él.

Pero no, las cosas no estaban bien, en ningún sentido lo estaba. Había acabado de pasar su celo con Nicholas, habían sido casi dos semanas encerrado sufriendo de su calor con su pareja, pero diferente a otros celos, ese había sido más violento, brusco y hasta territorial. Cuando el celo terminó, se percató de que Noah había desaparecido, por lo que Nicholas se volvió loco e irracional.

Seguía siendo solo el amante, por primera vez se estaba cansando de ese papel, y ahora que estaba comprometido con el alfa frente a él, ya no sabía qué hacer con su vida.

—Todo está bien—sonrió débilmente—¿Gusta más jugo?—aportó servicial sin poder mirar a los ojos al alfa, solo se levantó tomando la jarra con jugo para volver a llenar el vaso de cristal.

—Llevamos, casi tres semanas con estos encuentros, pensé que ya podrías llamarme por mi nombre—sonrió tomando igual la jarra para servir un poco en el vaso de Milo—Y no debes de preocuparte por esas reglas pretenciosas, estamos en mi casa después de todo.

Era imposible, no podía dejar de tener esos hábitos, después de todo, la familia Relish, a la que pertenecía Milo, era conocida por engendrar omegas perfectos que servían a alfas adinerados con excelencia, dignidad, elegancia y belleza. Todos los primos y sobrinos mayores de Milo ya habían sido desposados hace mucho, pero siendo él primogénito de la cabeza, el menor y más hermoso de todos, su padre consiguió al mejor postor que se pudiera encontrar. Se trataba de Dominique Roussel, un joven francés de apenas tres años mayor que Milo, quien al no poder estar con su amante fue obligado a casarse con Milo, aunque la primera vez que lo vio sintió que las cosas podían funcionar.

Dominique no quería ser un alfa dominador, su familia se remontaba a una larga línea de sucesión de caballeros, y eso mismo quería ser para Milo, más que un esposo proveedor, quería ser amoroso con el omega, aunque por más que tratara, siempre se mostraba con el protocolo de un omega; callado, cabizbajo y sumiso.

—¿Puedo hacerle una pregunta?—habló finalmente Milo algo tímido, pero esa iniciativa terminó gustándole al alfa.

—Solo con una condición—advirtió llamando la atención del omega, quien esperaba atento por escucharla y hacerla cumplir—¿Al menos preguntarás cuál es?—cuestionó viendo como Milo permanecía callado—Claro que no—suspiró recargándose en la silla tratando de tomar paciencia—Pues bien, lo único que te pido es que no sean tan formal, si este matrimonio se lleva a cabo sería extraño que mi esposo me hable como si fuera su jefe—habló gracioso al final, tomando un poco del jugo que estaba en el vaso.

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