Capítulo 43

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Esa mañana, Alek se despertó en el hospital a un lado de Ellio. Se veía tranquilo, durmiendo, apenas cómodo, entra una montaña de almohadas que le permitía descansar su enorme barriga. No quería dejar a su omega, su instinto le decía que el pato estaba cerca, demasiado cerca como para que su corazón le permitiera salir de esa habitación de hospital. Sin embargo, Alek tenía muchas cosas más de las cuales preocuparse.

Ese día, era el día decisivo. El día donde finalmente se daría un juicio tanto a la matriarca Miller, como a Nicholas Ivanov.

Salió de la habitación, no sin antes, dejar un beso en los labios de su bello durmiente, y dejando instrucciones a las nodrizas de sus cachorros para que el día saliera lo mejor posible. Fue rápidamente a casa a tomar un baño y un café supercargado, dispuesto a finalizar con la pesadilla de Noah, por una buena vez.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—Espero que hayas dormido bien—habló Noah, quien salía de la ducha con una bata nueva, proporcionada por Ethan.

Milo solo lo observaba desde abajo. Inferior y mediocre, como siempre había hecho sentir a Noah por tantos años.

Un castigo merecido, tanto así, que de la vergüenza no pudo responder.

—Alek llegará en unos minutos, almorzaremos rápido y arreglaremos todo—dio instrucciones, pero solo su mamá y Milo tomaron atención.

Ethan seguía profundamente dormido en el sofá. El cuarto era tan pequeño, que apenas podían respirar.

—Mamá—se acercó Noah a Liam—¿Estás seguro de estar bien? —lo abrazó con cariño—No quiero obligarte a ver a Miller, sé que después de la pesadilla que pasaste, podrías sentir miedo.

—Cariño—acarició el rostro de su cachorro—Nada me había dado más miedo que imaginar una vida infeliz para ti.

—Esto termina hoy—posó su mano sobre la de Liam—Te lo prometo, estaremos junto a nuestra familia de nuevo.

Milo seguía recostado en el suelo escuchando la conversación. Se preguntaba profundamente si algún día la vida le daría la oportunidad de formar una familia como la que Noah estaba formando. Parecía difícil y doloroso, pero ya había pasado por un dolor similar, al menos este, valdría la pena.

No pasó mucho tiempo cuando se tocó a la puerta con un ritmo en particular que fácilmente identifico Noah. Fue en ese momento en el que Ethan finalmente despertó, justo cuando Alek Luttrel entró al cuarto.

—¿Están listos para...? —dijo Alek terminando de entrar, visualizando a Milo Relish recostado en el suelo—¿Qué hace él aquí? —señaló al rubio natural.

—Vino anoche pidiendo asilo—contestó Noah poniéndose de pie para ayudar a que Milo también lo estuviera—Trajo evidencia de que Nicholas me drogó y violentó durante mi estancia con él, además, el muy hijo de perra también lo agrede.

—¿Eso es cierto, Milo? —dijo Alek acercándose a Milo.

El omega asintió con vergüenza.

—Nicholas me obligó a deshacerme de la evidencia, de cómo Noah intentó escapar y defenderse usando un cuchillo, de la droga que le administraron y de como uno de sus doctores de confianza lo violó—comentó Milo con voz suave—Tengo todo en esa bolsa de basura—dijo señalando la bolsa a su costado—Además, si se le acusa de Noah de violar contrato matrimonial por quedar marcado y embarazado por Demian Anderson, entonces Nicholas está en la misma situación.

—¿En serio estás embarazado? — cuestionó Alek.

—¿Acaso no lo ves más gordo? —dijo esta vez Noah, con un tono burlón, haciendo sentir aún más humillado a Milo.

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