Nueve.

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Un chofer me lleva a toda velocidad al hospital, Miah rompió aguas por la mañana y estaban esperando a que llegara a los centímetros para empezar con la labor de parto, anoche se instaló debido a las contracciones fuertes que tenía en compañía de mi madre y la suya, ellas estuvieron con ella cuidándola pues yo estaba grabando el último material para tener este día libre el cual no pude completar, aún nos faltaba una sección y los chicos abogaron para que me dejaran ir rápido pues Miah estaba a nada de dar a luz y quería estar en el nacimiento de mi hijo.

MY: esta aquí en la habitación, me salí para darle espacio a su mamá, esta muy nerviosa. -toque y entre, ella estaba de la mano de su madre llorando.

YG: ya estoy aquí, lamento haberme tardado tanto -bese su cabeza y busco mi mano de inmediato.

M: estoy muy nerviosa -limpie sus lágrimas- y me duele mucho.

YG: va a valer la pena, ya estamos a nada de conocerlo -le sonreí.

MJ: el parto será aquí, no hay necesidad de llevarla a otro lugar, ya está lista... Solo estamos esperando a que se relaje -una contracción llegó en ese momento y ella se quejo llorando.

M: ya lo siento en mi parte baja mamá -lloro- ya quiere salir.

MY: llamaré a una enfermera -otra contracción más fuerte...

YG: respira Miah, todo va a salir bien.

Las enfermeras llegaron, ya estaba todo instalado, colocaron sus piernas hacia arriba y una sabana no me dejaba ver todo el proceso. Necesitaba estar a su lado, darle la mano y palabras de aliento para tranquilizarla, estaba muy nerviosa. Mi madre y la mamá de Miah estaban en el sillón calmadas, de vez en cuando animaban a Miah y le daban consejos, hubo un momento en el que sentí que se me desmayaba y la abrace para limpiar el sudor de su frente, pujo fuerte una vez más y el doctor dijo que había salido la mitad de su cuerpo, sonreí, unos ruiditos de bebé se escucharon detrás de esa sabana blanca y llore por ser la melodia más hermosa que mis oídos escucharon, Miah me vio para darle la certeza de que ese fue nuestro hijo, pujo con más ganas y el llanto inundó la habitación, el doctor lo levantó para que pudiéramos verlo, le di muchos besos por toda su cara, sonrió llorando y totalmente agotada, sentí la mano de mi madre acariciar mi espalda, ambas lloraban, nos acercaron a nuestro hijo y pudimos tenerlo con nosotros.

M: hola bebé... Bienvenido a nuestras vidas... -le dijo despacito y este calmo su llanto haciendo un gruñido agudo y tierno, le dio un beso me vio con ojos cansados llenos de amor por el pequeño ser humano que estaba frente a nosotros.

YG: ya queríamos conocerte bebé... -pase mi dedo por su carita y este abrió la boca al sentirlo.

M: mira que chiquitas sus manitas -lloro al ver asomarse una en su pecho, quería desenredarse de la sábana.

--- lo llevaremos a valoración y se lo traeremos en un momento -nos sonrió una enfermera.

MY: es muy pequeñito - Míah limpio sus lágrimas y después de darle un cálido beso en la frente voltee con mamá que me abrazo con amor- felicidades ya eres papá hijo -beso mi mejilla apretandola.

MJ: muchas felicidades -me dio un abrazo tímido y me hice a un lado para que ambas vieran a Miah y la mimaran.

La dejaron dormir unas horas pues estuvo en vela toda la noche y no pudo dormir por los nervios y por las contracciones, la desperté porque trajeron al niño y querían ver si succionaba bien su pecho, batallo hasta que pudo hacerlo y después se quejo de que le dolía y era una sensación extraña.

MJ: es mejor darle pecho Miah, aunque te duela y te agriete dale porque le hace bien.

MY: es cierto, tienes que cuidar también lo que comes por que le pueden dar cólicos al niño y tu también para no inflamarte.

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