Cuarenta Y Dos

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M: siéntate Seung -mi hijo se mueve una vez más.

YG: abre la boca -lo hace, veo sus dientes pequeños de la paleta de abajo, saborea y me pide la cuchara para darme la que tiene  en la mano- gracias.

Ahora voltea con Miah.

M: tu papá tiene la cuchara -puja disgustado, se la doy y ahora ella le da una cucharada para saborear.

S: mmmhj -ahora conmigo.

YG: ¿tu que te crees ah? ¿Que somos tu juguete? -se ríe- eres un sin vergüenza -vuelve a reírse como si lo que le dijera fuera un chiste.

Terminamos de comer, Seung ahora estaba interesado en ver que había en la pequeña habitación, vino gateando a toda velocidad y se hinco sentándose sobre sus pesitos.

M: ya nos vamos Seung -avisa y este la mira.

Le sonrie tiernamente al escucharla hablar, vuelve a ponerse en marcha para venir a mi, tengo la cartera en la mano porque le di la tarjeta a Miah, claro que la quiere por lo que la guardo rápido. Llega y se pone de pie con ayuda de mi camiseta, se cayó de senton y ahora lo pare en mi regazo, volvió a interesarse con mi collar y después con mi arete.

YG: ¿ya podemos irnos? -asentí.

M: si, sólo esperemos a que se lleven la cuenta.

YG: ¿te gusta? ¿Te compro una? -lo cargue bien y comencé a caminar con el por la habitación- ve todo esto -le enseñe algunas decoraciones- a él lo conocerás en la escuela, fue un gran hombre -dije ante el personaje histórico- papá va a enseñarte tantas cosas -lo abrace.

M: ¿ya podemos irnos? ¿O seguirán excluyendome de su plan de mejores amigos? -sonreí ante sus celos, mi hijo me tenía abrazo y yo a él.

Me puse el cubre bocas y la gorra llamando la atención de Seung sentí su mano tocar el cubre bocas y hacer un puchero.
Algunos flashes se dispararon y cerró sus ojitos encandilado, no tardó mucho en llorar debido a la gente y a los flashes que seguían disparandose, se lo pase a Miah porque pedía sus brazos y la tome por los hombros para guiarla a la camioneta que nos llevaba, un hombre venía detrás de mí cuidándome la espalda.

M: hay demasiada gente -murmura mientras subimos.

YG: no se porque, no nos siguió nadie...

M: se dan la habilidad...

Mi hijo me veía desde el regazo de su madre asustado, intenté hacerle un cariño y lloro refugiándose en el pecho de su madre.

YG: ¿porque lloras hijo? Estábamos bien...

M: creo que no le gusta el cubrebocas -me lo quite y al verme hizo otro puchero pidiendo mis brazos.

YG: era yo de todos modos Seung -lo abrace para consolar su llanto- ya hijo... -le palmee la espalda delicadamente- vamos a dormir, a que Seung quiere dormir...

M: mañana tengo un día largo -dijo viendo su teléfono- ¿te importaría quedarte con el niño?

YG: mañana iré a la empresa.

M: es cierto -mordio su labio- veré quien puede cuidarlo...

YG: puedo tenerlo un tiempo pero tendrás que ir por el a medio día.

M: bueno, así le hacemos -sentimos los dos para seguir con el silencio, Seung se durmió por fin a medio camino.

Esto sirvió para poder bajarlo y cubrirlo con mi cuerpo. Lo dejé en la cuna con cuidado, lo arrope y deje su mueñco cerca por si lo quiere entre sueños. Sentí a Miah entrar a la habitación.

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