Treinta Y Nueve.

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Desperté cerca de las seis de la mañana, mi cuerpo se acostumbro a despertar esta hora para empezar con toda la apretada agenda que teníamos, intenté dormir pero no pude por lo que me vestí y arrope a Miah para que no pasara frío, al rededor de las ocho escuche los ruiditos de mi hijo, me fui a asomar a la cuna y estaba curioseando a Rj, agarraba sus ojos cosidos queriendolos quitar, lo senté en la cuna y le acerque los demás pero no les hizo caso, le estire los brazos y me lo aceptó, tuve que traer tres peluches conmigo para que pudiera estar contento.

YG: no hagas travesuras, hare el desayuno para mamá -lo deje jugando en la sala rodeado de los cojines.

Lo supervise cuando no estaba ocupado, la tercera vez lo encontré poniéndose de pie en el mueble de la televisión y fui por el para dejarlo dónde estaba, la siguiente estaba de pie agarrándose del asiento del sillón con un peluche en la mano y uno en este, el solo lo había subido, volví más rápido de lo que pensé al escuchar un golpe que fue básicamente que aventó el peluche a la puerta de madera que separaba el recibidor.

YG: tu madre no mentia cuando dijo que eras travieso -suspiré, tomé su mano y pretendí que caminara pero no lo hace- ya tendrás que aprender Seung... -dio dos pasitos, lo cargue y le enseñaba las cosas antes de ponerlas en la olla.

Intentaba hablar, no quería despertar a Miah así que lo calmaba, lo senté en la barra y le di una cuchara, malamente mi hijo la aventó y agarro el plato con fruta que tenía cerca.

YG: no Seung... -me queje- es para mamá -lo cambie de lugar, pongo tenía las servilletas- eres un peligro... Ahora entiendo porque te compro la cuna -lo limpie y deje todo listo para ir a despertar a Miah- aun no son las nueve... Dejemosla dormir más -me senté en el sillón con el, estaba en mi teléfono y de pronto sentí sus manitas en mi estómago, había estado jugando con el control y ahora quería ponerse de pie, lo ayude y una vez logró lo que quería subió el pie al cojín- no, te vas a caer -lo quite de ahí aprisionadolo y causando su enojo- alguien tiene que ponerte límites, eres un vago -se dejo caer hacia atrás en un berrinche- y haz todo el que quieras... - una vez más, el estaba sentado y jugando ahora con mi pantalón y las tiras del cojin, lo estaba supervisando, mis reflejos fueron rápidos antes de que se cayera del sillón y su madre decidiera no casarse conmigo- no llores, no llores -lo abrace cuando su puchero apareció y las lagrima salieron por el susto- aquí esta papá, ¿Quieres ir con mamá? Vamos con mamá pero no llores -limpie sus lágrimas

Mimoso se recostó en mi hombro, Miah estaba aún desnuda y tapada hasta el cuello por el aire acondicionado.

YG: mamá -moví su hombro- Seung quiere verte, está triste -volví a moverla- no quiere hijo -un ruido agudo de tristeza comparado al de un cachorro salió de su garganta.

S: eh! -arrugó su nariz.

YG: ¿ya le hablas a mamá? -lo senté en la cama, de inmediato hizo puchero señal de que no quería estar ahí y volví a cargarlo- mamá -lo distraje- mamá quiero verte, quiero mimos -Miah desperto un poco desorientada y se que es por que no esta acostumbrada a desvelarse tanto o tener días tan pesados conmigo.

M: buenos días mi amor -al escuchar su voz hizo un puchero y comenzó a llorar- ¿que te hizo papá mi niño? -se acomodo la sabana al rededor de su cuerpo y se sentó para recibirlo y mimarlo.

YG: yo soy el que lo perturba... Quiere lo mismo que yo -Miah me es un ligero golpe en la pierna y me siento en el espacio que me hizo al ponerse al pecho al niño.

M: ¿despertarte hace mucho?

YG: algo...

M: ¿y el? -le hace una caricia.

YG:hace como una hora y ya hizo muchas travesuras...

M: así es mi día a día -suspiro- por eso ahora lo meto ahí y solo encuentro cosas tiradas, avienta todo para llamar la atención cuando esta solo...

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