CAPÍTULO 6

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Aurora Ivera

La cabeza me palpita cuando me remuevo bajo las sábanas, mis ojos no tienen que buscar aclararse, porque la habitación está en tinieblas, salvo por la luz nocturna que entra por la ventana

Estoy envuelta bajo unos brazos fuertes, sin alertarme levanto la cabeza encontrándome con un mandíbula muy bien definida, cubierta por una barba rojiza, los labios del Boss de la Mafia Roja son tan carnosos, entre abiertos mientras duerme sin dejar de apretarme.

Los latidos de su corazón son constantes, al compás de los míos, los cuales aumentan sin razón alguna, solo por el simple hecho de que mi cuerpo lo reconoce, mi cuerpo recuerda lo que sea que él me hacía sentir y que...

Por más que lo quiera negar, hubo algo, no sé que tan fuerte fué, pero lo hubo y muy en el fondo me da miedo atraer todo, ya que también tengo que llegar a la verdad sobre cómo me fue arrebatado.

La camisa sigue abierta sobre su pecho y la poca iluminación deja ver el tatuaje de las alas del Halcón. Por un hombrecito muy especial.

Ian Meyer.

No tengo dudas de que esté tatuaje es por él, pero mi pregunta es ¿Por qué? ¿Que es tan fuerte como para que el Boss de la Mafia Roja se tatuara algo significativo para el hijo del líder de la Mafia Negra? ¿Tan pesado y fuerte son los sentimientos hacia ese niño?

¿Yo tuve un hijo?

¿Le pari un hijo a Hunter Meyer?

¿Cómo?

Cierro los ojos cuando una lágrima se desliza por mi mejilla. Nada de lo que pienso tiene sentido, no encuentro nada en mi cabeza que me dé un indicio sobre eso, sobre la posibilidad de que todo sea verdad y sea la madre del futuro heredero del imperio Meyer.

¿Yo llevé un bebé en mi vientre? ¿Y lo olvidé?

Ha dejado de nevar, ya que no se ve que lo este haciendo por la ventana y tampoco se qué hora es, pero ahora mismo quiero hacer tantas preguntas, tantas cosas que pasan por mi mente...

—Es tu hijo. —la voz de Jordan me aviva. —Y es un gran niño, como también en su momento será el diablo caminando por la tierra.

Toma la mano que estaba sobre el tatuaje y la besa

—¿Cómo es él? —inquiero sin mirarlo a los ojos. —Yo no lo entiendo, nada de lo que me dice Nils, Tú o Daí tiene sentido en mi cabeza.

—Ven.

Me pongo de pie siguiéndolo y solo alcanzo a tomar el abrigo para cubrir mi sostén. El que me haya acostado con él también es un hecho que queda pendiente en mi cabeza.

Salimos de la habitación, solo para dejarme guíar hasta la suya. Dónde abre la puerta dejándome pasar primero, encuentro una cama el doble de grande que la de la otra alcoba, tiene un respaldo en color rojo, hay una pantalla colgando de la pared de enfrente, también hay una puerta que da al baño y más cosas que ahora no me da el momento de detallar, ya que camina hasta un cuadro, el cual quita y abre una caja fuerte sacando algo del interior.

—Desde que desapareciste, me encargué de saber todo sobre él, desde mucho antes una persona que trabaja para mí, se integró en la seguridad de los Meyer. —comienza. —Es leal a ambas Mafias, esa persona pasó su infancia siendo criado en una escuela militar y lo saqué de ahí con un solo propósito, que me mantuviera informado sobre el líder de la Mafia Negra, en este caso Hunter Meyer. Al principio él era mi prioridad, éramos enemigos, yo estaba buscando formas de joderlo y entonces un día...

Tentación Roja 2 ® Donde viven las historias. Descúbrelo ahora