Epílogo
Jordan.
Tengo a Aurora entre mis brazos, ella observa la nieve caer y yo la observo a ella, su largo cabello negro, como una amazona, su piel de porcelana por dónde recorro mis dedos y la apego más a mi cuerpo hundiendo la nariz en su coronilla para después dejar un beso
—Te recuerdo. —susurra, pero no se gira. —Nuestro primer encuentro, nuestro primer beso, tus sonrisas genuinas, tus manos sobre mi vientre, tus masajes en mis pies. —rio por la nariz. —Recuerdo todo, a ti y a mi bebé.
La hago girar acunando su rostro entre mis manos.
—Entonces recuerdas lo mucho que te amo, recuerdas lo mucho que sufrí pensando que te perdí. —le digo. —Recuerdas que daría mi vida por ti.
Asiente.
—Estas a salvo conmigo.
—Me siento a salvo contigo. —reitera. —Por fin me siento libre, en paz y a salvo.
—Siempre has sido mia, solo faltaba que lo recordarás.
Me inclino sobre su boca besándola con pasión y mi objetivo es continuar, pero me detiene saliendo de la cama para tomar una bata y colocarla alrededor de su cuerpo con prendas diminutas.
—Hoy es la boda de tu hermana. —comenta. —Por fin tendrás un buen cuñado.
Me tapo la cara con el brazo.
—Lo dudo.
Me lanza una almohada.
—Tienes suerte de que Nils forme parte de tu familia ahora. —se enfada. —Es un gran chico y estoy segura de que hará muy feliz a Roxana.
—Si tu lo dices.
Asiente
—Si, porque yo lo digo.
Se mete en el baño y yo me dispongo a poner manos a la obra. Tengo que encargarme de la seguridad de la mansión Ivanovich porque tendremos invitados en la boda, unos de ellos es la familia de Hunter Meyer.
Aurora se comunicó con el Líder pidiéndole su presencia, más bien la de Ian, pero sabemos que él no viajará solo y Meyer no dejará sola a su mujer y a sus hijas, por ello tengo que cumplir con mi palabra de que nada les pase bajo mi casa.
Salgo de la alcoba tomando rumbo a la habitación donde ya me están esperando los cabecillas de las pequeñas organizaciones que rodean Rusia.
—Quiero registros de entradas y salidas. —demando. —Hombre a tres metros de distancia rodeando la propiedad, también vehículos disponibles para cualquier emergencia y si alguien me falla, le arrancaré la cabeza con mis propias manos ¿Está claro?
—Si, señor.
—Vayan, ahora.
En la mansión hay mas movimiento de lo habitual debido a la boda y en todo el medio día no veo a Aurora por ningún lado. Me concentro en los asuntos importantes y envío más hombres de la Bratva a Italia.
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Tentación Roja 2 ®
ActionLibro 2 Aurora Ivera no recuerda nada, no recuerda que tiene un hijo, no recuerda que tuvo una familia, no recuerda que se enamoró del hombre más peligroso de Rusia. Luego de una noche fría por las calles de Nueva York, ella ya no volvió a ser la m...