13.

206 18 1
                                    

   Calum acercó su rostro al de ella, acariciando su mejilla con su pulgar mientras que ella observaba sus carnosos labios.

—Si no quieres, sólo dime y lo aceptaré —murmuró, deslizando su dedo índice desde su mejilla hasta la boca de la morocha.

    Finalmente, él capturó los rosados labios de Julie, percatándose del amargo sabor a café que de estos provenía. Sonrió en medio del beso y ella se sonrojó, apartándose de él; cabizbaja.

—Lo siento... —susurró, dirigiendo su mirada a la ventanilla.

—¿Por qué lo sientes, Julie? —dijo Calum, tomando la barbilla de la chica; obligándola a observarlo.

—Uhm, ¿puedes llevarme a casa? Mi cabeza está matándome —mintió, desviando la conversación.

   Él asintió, con una pequeña mueca de desilusión y condujo hasta su hogar.

    Al llegar, Julie abrió la puerta del acompañante y se apresuró a salir, pero Calum la detuvo.

—Julie, ¿podemos... hablar? —dijo, volviendo a cerrar la puerta.

—¿Sobre qué, Calum? —dijo, tamborileando los dedos en su regazo.

—Me gustas, Julie —explicó—. Me gustas desde el primer día en que te vi. Sé que han pasado apenas meses pero se siente como siglos. Te aprecio demasiado y quizás tú no sientes lo mismo, pero te amo.

—Calum... —susurró ella, pero él continuó hablando.

—El día que Luke vino por ti al Instituto, los celos me inundaron y me sentí una mierda. Él no te merece Julie, juega con todas. Eres demasiado buena e inteligente para él.

—Él no es así... —le defendió, más para convenserce a sí misma.

—¿A caso jugar con dos mujeres a la vez te parece bien? —preguntó, irónico—. Julie, creó que deberías pensar con quién estás tratando.

—Gracias por traerme, Calum. —Dijo, con un nudo en su garganta.

    Julie bajó de la camioneta, corriendo hasta la ventana de Michael. Rápidamente, escaló hasta ella y entró en la habitación de su primo.

—Hasta que llegaste —sonrió, pero aquella mueca de felicidad se disipó al ver que su prima se encontraba sollozando.

  Michael dejó el control de su consola sobre la cama y corrió hasta la morocha.

—¿Qué ocurre, pequeña? —murmuró en el oído de esta, mientras la abrazaba contra su pecho.

    No obstante, ella no respondió. Solo se derrumbó en los brazos de Mike, sollozando y maldiciendo por lo bajo.

—Pequeña... —besó su frente y Julie secó sus lágrimas—. ¿Quieres contarme?

—Sí —musitó—. Realmente, no sé con qué comenzar...

—Bueno, soy todo oídos —replicó y ella asintió.

—Ayer... salí con Luke y él volvió a besarme pero esta vez no salí corriendo... aunque tendría que haberlo hecho pero, me gusta Luke —explicó—. O eso creo... el problema es que él tiene novia y me había prometido hablar con ella ya que él, supuestamente... gusta de mí.

—Y el cobarde no lo hizo —terminó Michael y Julie volvió a asentir.

—Exacto —afirmó—. Entonces, a la noche caminé hasta el faro, pensando que estaría solo él... pero estaba con su novia, tomados de la mano cuando el me había prometido terminar con ella...

lighthouse » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora