—Me gustaría que juntos continuáramos llenando de recuerdos las páginas de este cuaderno.
Cuando Jaemin vuelve a sentir el suelo bajo sus pies, el mundo entero da vueltas a su alrededor.
—Quería escuchar esas palabras tanto...
Jeno le envuelve de nuevo, le estrecha entre sus brazos con la fuerza de quien ha esperado pacientemente días, meses, años para escuchar algo así. Le abraza para no volver a dejarle ir jamás.
Y Jaemin... Jaemin no puede más.
—Siento haberte hecho esperar tanto —suspira tembloroso, aplastado contra el pecho de su, ahora, novio. Solo pensar en la palabra es suficiente para cubrir su cuerpo entero de escalofríos. Jaemin tiembla, y sus manos se aferran a los hombros de Jeno, clavando las uñas en la tela sedosa de su camisa. Siente que su corazón va a estallar.
—Shhh. No pasa nada porque ahora... Ahora mismo me has hecho la persona más feliz de este planeta.
Y todo es tan intenso. Jeno retrocede para mirarle bajo la tenue luz del frigorífico, admirándole con una sonrisa que solo puede nacer cuando realmente eres la persona más feliz sobre la faz de la tierra gracias a la persona que está frente a ti. Jaemin se siente derretir ante una mirada así, los ojos de Jeno se clavan en su piel como rayos de sol abrasadores que le hacen apartar la mirada, cohibido. Jeno se ríe en diminuto, y entonces, una canción nueva comienza a sonar desde el salón y su rostro entero se ilumina.
—Esta canción... —sus ojos se vuelven redondos y expresivos ante las primeras notas musicales. Jaemin ladea la cabeza con curiosidad, pero antes de que le dé tiempo a preguntar, Jeno deja el regalo sobre la encimera, rodea su cintura con un brazo y busca su mano en la oscuridad. Jaemin se la da encantado, y Jeno la toma con delicadeza, como si un poco de fuerza de más pudiera llegar a resquebrajarla cual cristal.
Sus cuerpos comienzan a mecerse al son de la música, y a Jaemin se le escapa una risita tonta e inocente porque nunca ha sido un buen bailarín, y también puede que sea porque Jeno le está mirando con una intensidad que le acongoja y acelera su pulso hasta llegar a sentirlo detrás de sus orejas.
—Estaba escuchando esta canción cuando te vi por primera vez en la universidad —Jeno confiesa. Sus ojos brillan con el recuerdo vivo en ellos.
Fue como en una película, Jeno lo recuerda demasiado bien. Jeno no ha olvidado ni un solo segundo de su vida desde aquel momento, desde que aquella canción comenzó a sonar en sus auriculares al entrar a la facultad y las primeras notas sellaron su destino. Fue casi como si el mundo se ralentizara hasta detenerse a su alrededor, como si fuera el protagonista de una película y todo terminara de cobrar sentido cuando la silueta de aquel chico desorientado apareció ante la escena de sus ojos. Aquel chico perdido y desconcertado, recargado contra una columna mientras miraba a todo el mundo y a nadie en realidad, ignorando que iba a encontrarse con los ojos de otro chico igual de perdido en la vida que él, y en una milésima de segundo su mundo entero iba a cambiar. Todo mientras en sus oídos solo se escuchaban el latido de su corazón y las letras:
"Welcome to your life"
"There's no turning back"
Como si la canción le hablara personalmente a él.
Jeno sabe que ha sido obra del destino acabar hoy aquí, bailando junto a Jaemin, el chico del que se enamoró a primera vista aquel día caluroso de verano y que hizo que su aletargado corazón volviera a despertar tras un sueño que no parecía acabar. El chico cabezota que no se achantó ante su pésimo intento de parecer repelente -aunque en realidad siga creyendo que lo es un poquito. El mejor amigo que hizo durante cualquier verano de su vida. Su ahora pareja y, también espera que, su compañero de vida. El destino es caprichoso y enrevesado, y no siempre juega a nuestro favor, pero siempre consigue que dos almas gemelas terminen encontrándose en el momento adecuado. Eso es lo que le gusta pensar cuando mira a Jaemin y recuerda todo por lo que han tenido que pasar.
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My First And Last | Nomin
Fanfiction¿Debería intervenir en este caos de destino que ha decidido jugar con nuestras almas en un juego sin fin? Tengo miedo de que si lo hago, el destino querrá quitarte de mi vida. ¿Te perderé para siempre? - No sabía que te estaba buscando, y sin embarg...