to be loved is to be changed

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Disclaimer: Como llevo 4 mesecitos sin actualizar (perdón!) sería conveniente que os leyérais los dos últimos capítulos de nuevo 😭 pero bueno de forma muy resumida fue el cumple de jeno, y jaemin y él tuvieron un percance en su academia de chino porque un hombre intentó secuestrar a una chiquita y jaemin la salvó, y después de eso jaemin le preparó una sorpresa a jeno, fueron a cenar y pasaron cosas muy interesantes en un hotel!!! al final del cap el padrastro de jaemin le dijo que querían invitar a jeno a cenar 😳 disfrutad de la lectura!!



💕

Al día siguiente desperté abriendo los ojos lenta y pesadamente a la penumbra de mi habitación.

Me sentía en paz. Tenía los brazos en alto, tirados por encima de mi cabeza en la almohada, y las piernas estiradas y abiertas a lo largo de mi pequeño colchón. Mi pecho subía y bajaba con paulatina tranquilidad. Estaba en la gloria, no recordaba la última vez que había dormido tan bien. Era casi extraño, como si me sintiera demasiado descansado y aquella sensación fuera ilegal para mí. Un momento...

Me incorporé tan rápido que la cabeza me dio vueltas. Palpé con urgencia la mesita de noche donde mi teléfono debería estar cada mañana, y al no encontrarlo mi confusión no hizo más que aumentar. Encendí la luz. Efectivamente, no estaba. Lo busqué en la cama, revolviendo las sábanas con un mal presentimiento reptando por mi espalda, hasta que lo acabé encontrando bajo la almohada. Jadeé.

...Eran las dos de la tarde.

Mil notificaciones saltaron ante mis ojos. Tenía tres llamadas perdidas de Jeno, y varios mensajes suyos, de Haechan, e incluso de Winter. Todavía no entendía nada. ¿Qué hice anoche? No recordaba mucho más allá de haber llegado a casa agotado y arrastrarme hasta mi cuarto. Una corriente fría me puso la piel de gallina y me tapé con las sábanas hasta el cuello: estaba completamente desnudo.

Decidí llamar a Jeno tras leer sus mensajes. Me había hablado 3 veces a lo largo de la mañana, una para darme los buenos días a las 7 de la mañana, otra a las 12 preguntándome si seguía con vida, y otra hace apenas unos minutos, empezando a mostrar una latente preocupación.

Me dejé caer de nuevo en la almohada con el móvil pegado a la oreja, pero Jeno descolgó antes de que llegara a escuchar el segundo pitido:

¿Estás bien?

—Holi. —Como llevaba horas sin usarla, mi voz sonó estrepitosamente ronca y débil. Carraspeé—. Estoy bien, perdona.

—¿Qué te ha pasado? ¿Dónde estás, no has venido a clase? —La preocupación en su voz me hizo sentir pena y vergüenza a partes iguales.

—Qué va —reí por lo bajo—. Jeno, me acabo de despertar —dije con un pequeño tono incrédulo, pues ni yo mismo me lo creía aún—. He dormido como... 13 horas seguidas.

—¿¡13 horas?! ...Guau. ¿No has oído tu alarma?

—No, es que ni siquiera llegué a poner una. Se ve que anoche, al llegar, estaba tan cansado que me quedé frito en cuanto toqué la cama. —Entendí lo que todo aquello suponía, y me llevé una mano a la cabeza:— Me he saltado un día entero de clases, madre mía.

—Bueno, por una vez no pasa nada —me reconfortó, sorprendentemente comprensivo conmigo—. Lo necesitabas con urgencia.

Se me ocurrió algo que... Daba igual.

—¿El sexo, o dormir como si estuviera en coma? —lo dije igualmente. Al otro lado de la línea Jeno se atragantó y le escuché toser como un descosido—. ¿Estás bien? ¿Qué estabas haciendo, fumando a mis espaldas?

My First And Last | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora