𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 36

670 55 7
                                    

Andábamos por los pasillos del supermercado, escogiendo que cosas comprar o mejor dicho, los hermanos de Sabrina escogiendo que cosas compran.

—Quiero ésto, esto cereales son buenísimos.

—Pero a mi no me gustan, son muy... Salados.

—Pero los cereales son así, tonto.

—El tonto eres tú, no todos los cereales son salados, menudo idi-.

—Eh, no, tranquilos, lleven los cereales que deseen, no tienen por qué pelear.

—Pero Sabrina se enojara, estamos llevando mucho.

—¿Ves a Sabrina por aquí?.

—... No pero a tu amigo, Noah, sí.—Dijo el mayor.

¿Cómo conocía a Noah?

Espera, ¿dijo Noah a la vista?.

—Corran, corran, nos iremos a otro pasillo.

Ví como los tres chicos, tomaban varias cajas de cereales y corrían atrás mío para ir al pasillo final.

Oh genial, el pasillo de dulces.

—La gloria.—Dijo el menor.

Dios, esto me hace acordar a Sadie, cuando llevaba sus galletas... No. No tengo por qué pensar en esa idiota.

—¿Cómo conocen a Noah?.—Les pregunté.

—Por casualidades de la vida, vimos una conversación que por culpa de el.—Señalo a su hermano.—Nos llevo a ver tales mensajes. Y bueno, ya es mucho información.—Decía mientras echaba varios paquetes de galletas al carrito, entre otros dulces.

—¿Le hacen lo mismo a Sabrina?.

—¿Sabías que Sabrina tiene novio?.

¿Qué?

—So. Sí, probablemente te preguntes un  "¿Qué?" También me sorprendió, ayer... Ayer se escucharon ruidos... Ya sabes, la abejita poniendo su miel-

—Basta, entendí. Okey, mejor sigan con lo que hacían.

¿Lo habrán escuchado todos?

Carajo, ¿que hice?, ¿que hice?.

—Pero... Si ha Sabrina le gustaba este.

Escuché que grito el menor.

Salí de mis pensamientos para concentrarme en aquellos niños.

—No. A Sabrina que le gusta este. ¿No conoces los gustos de tu hermana?.

—Estoy seguro que se más que tú.

—¿Así?, a ver, dime quién es el novio de, Sabrina.

—Josh, un chico alto, que se cree el bromista, castaño, ojimiel, si no me equivoco. Vino la semana pasada. Y yo mismo ví cuando beso a Sabrina.

—Y luego ella lo dió una bofetada.

—Mentira.

¿Entonces tenía o no?

—Es verdad.

El mayor solo estaba como espectador, o mejor dicho, estaba en su gloria de escoger cualquier dulce que desee mientras avanzamos.

Si Sabrina tenía novio... Menuda idiota que soy.

—Tranquila, Sabrina no tiene novio ni novia, fue un chico de la pizzería, alto, castaño, ojos verdes, no es el tipo de Brina. Creeme, su tipo eres tú, ayer que escuche a una persona tocar el timbre, lo primero que hice en ver por la ventana, luego ví que eras tú, y desperté a Sabrina con una llamada. Se lo que hicieron, pero antes que siga escuchando, caí dormido.

𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑝𝑒𝑛𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜-𝑺𝑨𝑫𝑰𝑬 𝑺. 𝒀 𝑻𝑵 [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora