𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑝𝑒𝑛𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜-𝑺𝑨𝑫𝑰𝑬 𝑺. 𝒀 𝑻𝑵 [TERMINADO]

Capítulo 23

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
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N: Pudimos haber hecho eso y...

M: Vamos, ya.

A: Si.

N: ¿Casi matan a mi hermana y no hicimos eso?.

[...]

S: ¿Sabes cuánto espere por esto?.

A: Y aunque parece que nos conocimos ayer, te eh tomado cariño, pelirroja renegona.

[…]

M: Voy a gritar, te juro que lo voy hacer.

X: Haber grita.

A: Carajo, entra, entra, entra.

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A nuestra izquierda había una habitación, menos mal.

M: ¿Lo viste?.

A: No.

M: Joder, yo tampoco no lo ví.

A: Te dije que estas haciendo bulla.

Y ahí estamos, encerradas en una maldita habitación, mientras Millie está dando vueltas y yo en la puerta intentando cerrarla ya que el maldito estaba forcejeando.

A: ¡Ayúdame!.

M: No, no, no, vamos a morir, no le dije a Finn que me gusta, no fuimos a Harvard, mi perro va a estar triste, ¡no!.

A: Carajo, si no vienes le abro la puerta.

M: No puedo, no tengo fuerzas.

Y se detenio, ¿qué?.

Escuchamos un fuerte ruido por la casa, ecos, al parecer alguien rompió bastante fuerte algo, ¿será el maldito?.

X: ¡Policía, manos arriba!.

[...]

Y aquí estamos, Millie y yo detenidas, según ellos, no encontraron a nadie y sospechan que somos una de las dos asesinas o tal vez las dos, le dije a Millie que no diga nada, ya que bueeee podemos decir algo mal y a prisión.

M: ¡Mamá!, ¡Papá!.

Cómo ven, sus padres de Millie siempre llegando primeros, ellos dejan todo por su hija, mientras que los míos, seguro vendrán mañana, no quieren que nadie los interrumpa en sus horas de dormir ni en su trabajo, más hablo de mi padre.

Kelly: ¿Que te paso?, ¿qué les pasó?.

M: Fue todo una locura, un asesino entro a la casa de Antonella, nos atacó y...es que no puedo explicar bien.

K: Tranquila, ¿tus padres pequeña?.

A: Ni pregunte por ellos, lo más probable es que ni vengan, sus horas de sueño son sagradas, dicen, perdón, en serio perdón, no sabía que su hija iba a corre ese peligro, nunca dejaría que nada malo le pase a Millie.

K: Tranquila, lo bueno es que están vivas.

A: Por suerte.

Y cuando no me lo esperaba, veo a mis padres pasando por la gran puerta a paso rápido.

Emily: ¿Que paso?.

Roberto: ¿Que hiciste?.

A: Claro, yo siempre tengo la culpa.