Eonia alma [OhmNanon]

CAPÍTULO NUEVE : C O M P L E J I D A D E S

Participación de Chinnarat siriphongchawalit (Mike)

Korapat temblaba de la cabeza a los pies cuando vio al Alfa parado en la puerta; el rostro de Ohm parecía pálido, cómo sí en cualquier momento fuese a desmayarse, con una mano se sostenía de la pared mientras su respiración parecía nula; Korapat intentó dar un paso hacia delante y antes de abrir los labios para hablar, Ohm dio media vuelta, Korapat caminó rápidamente hasta salir del baño con pasos largos mientras su corazón estaba latiendo a mil por hora y su lobo le obligaba a ir tras del alfa, sentía una profunda necesidad de aclarar lo sucedido, estaba llorando por dentro, porque no había una excusa lo demasiado contundente, apenas salió del baño vio la espalda del alfa perderse en su caminar así que no tuvo más remedio que gritar en medio del pasillo.

-Espera Ohm-

Los pasos de Ohm quedaron detenidos, no porque siguiera las órdenes del Omega, sino porque una parte de su lobo le decía que tenía que escucharlo, sólo unos instantes se vió nublado el juicio, pero después de un análisis rápido se dió cuenta que no quería o mejor dicho no deseaba darle esa oportunidad a Korapat ahora mismo. Ohm no regresó a verlo.

Korapat corrió hacia el lado del más alto, y con bastante nerviosismo se jugaba los dedos de la mano, quedaban unos metros alejados cuando el aroma entremezclado le llegó a las fosas nasales de Ohm nuevamente.

-No tienes que decir nada, todo queda demasiado claro para mí, no entiendo porque lo haces, pero mientras tu sepas la razón eso es suficiente para mi--las manos del alfa estaban metidas en la bolsa del pantalón de donde en ningún momento las sacó. Después de largos segundos sin decirse nada más, emprendió la marcha perdiéndose de la vista de Korapat.

Korapat se quedó parado ahí, varios estudiantes le miraron sin entender qué estaba haciendo estorbando en medio del pasillo, aún así nadie le dijo nada cuando se percataron que estaba sollozando, las lágrimas se desvanecía en sus mejillas, y su semblante era tan deprimente que parecía una hoja seca.

-¿qué te pasó hijo?- interrogó Tay con preocupación que su hijo parecía ido y perdido en sus pensamientos, había dejado de llorar pero no parecía escucharlo, el director de la universidad narró los hechos de los que varios estudiantes presenciaron.